Protesta en Comuneros puso en aprietos el transporte de carga
La comunidad del barrio Comuneros (Barrancabermeja) explotó. No aguantó más las palmaditas en la espalda de parte del Gobierno Municipal, mientras las obras siguen inconclusas, especialmente en lo que concierne a la vía que atraviesa el barrio. Por eso ayer pasaron a las vías de hecho.
Fue así como de una manera pacífica, desde las 7.00 de la mañana de ayer, los vecinos decidieron bloquear la ruta de la cual llevan comiendo polvo 10 años: la Carretera Nacional.
Según argumentaron líderes y comerciantes de la zona, la situación ya es insoportable y la gota que rebosó el vaso fue el incumplimiento en los trabajos que se realizan en un sector cercano, ya que en el Municipio les había prometido que el cemento llegaría hasta Comuneros, pero no fue así.
“Necesitamos que la Administración Municipal haga presencia para llegar a algún acuerdo, porque nos sentimos engañados y por esa razón tuvimos que cerrar el paso”, dijo a Vanguardia el presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio Comuneros, José Daniel Pimienta.
Según él, “el 10 de junio nos pasaron un oficio en el cual se nos informó que estos arreglos empezaban en la Glorieta Fertilizantes y llegaban hasta la vía Yuma, pero resulta que se quedaron en el barrio Rafael Rangel, es decir, nos dejaron por fuera”.
El taponamiento de la Carretera Nacional generó un represamiento vehicular de casi dos kilómetros y, según los propios transportadores, eran casi 300 vehículos de carga los que estaban en aprietos.
Muchos de esos conductores transportaban combustible que debía ser entregado a diferentes destinos nacionales y otros apenas llegaban al Puerto Petrolero a realizar el respectivo tanqueo. Uno de ellos era Jorge Gutiérrez, quien dijo que el bloqueo les representa pérdidas, pero también dijo que entiende a los manifestantes, ya que el mal estado de la vía los afecta a todos, incluso a él.
Entretanto, una empresaria de la zona también mostró su disgusto por el mal estado de la carretera y señaló que esto le genera, incluso, problemas en su producción.
“El estado de la vía nos trae muchos problemas. Tenemos personal enfermo por la cantidad de polvo y hay contaminación de nuestros productos, sin contar los robos que ocurren porque los carros deben ir muy despacio”, dijo Marta Muñoz, representante de una empresa de parafinas de la zona.
Al cierre de esta edición, el bloqueo se mantenía.