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Barrancabermeja
Viernes 10 de enero de 2020 - 12:00 PM

Reubicarían a pescadores de Barrancabermeja para evitar colapso del muelle durante subienda de pescado

Durante esta semana decenas de personas han acudido al muelle de Barrancabermeja para aprovechar la subienda de pescado, que por estas fechas se multiplica y se adquiere a muy bajo costo.

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Reubicarían a pescadores de Barrancabermeja para evitar colapso del muelle durante subienda de pescado (Foto: Suministrada)
Reubicarían a pescadores de Barrancabermeja para evitar colapso del muelle durante subienda de pescado (Foto: Suministrada)

Reubicarían a pescadores de Barrancabermeja para evitar colapso del muelle durante subienda de pescado (Foto: Suministrada)

Desde el pasado lunes se registra una aglomeración de personas en el muelle de Barrancabermeja, atraídos por la abundancia de pescado. Y es que en esta temporada, por ejemplo, el bocachico se puede conseguir desde $500, mientras que el bagre hoy cuesta en algunas partes $5.000.

En las inmediaciones del terminal Fluvial Yuma se puede evidenciar que hasta más de 300 personas se han concentrado en un mismo momento para adquirir este producto, lo que tiene en alerta a las autoridades debido a que la estructura podría colapsar.

Es de recordar que desde el 30 de agosto de 2018, la Alcaldía de Barrancabermeja declaró la urgencia manifiesta por el mal estado de este muelle, cuatro días después de que se ordenara el cierre del paso peatonal y vehicular del mismo.

Roberto Bernal Jiménez, coordinador del Consejo de Gestión del Riesgo de Desastres de Barrancabermeja, aseguró que ante el inminente riesgo se estudian medidas para garantizar la seguridad de los ciudadanos. “Estuvimos haciendo una visita. Recorrimos el puerto para revisar las condiciones y mirando el desorden que tienen los pescadores y los vendedores de verduras”.

El funcionario aseguró que el objetivo es organizar estos comerciantes en un lugar seguro donde puedan vender sus productos. “Se deben trasladar a una zona diferente al puerto que está catalogado como un área de alto riesgo, por las condiciones físicas del tablestacado”.

Bernal recalcó que próximamente se harán reuniones con los vendedores y artesanos para acordar una reubicación donde sigan adelantando sus actividades. “El tablestacado realmente tiene un estado de pudrición bastante avanzado, en cierta parte ya se ha caído completamente o está doblado. Debajo de las lozas de concreto en algunos casos no hay tierra que las sostenga, ya han colapsado varias. Realmente no hay terreno que le dé soporte a las placas que se mantienen, en cualquier momento va a colapsar”.

El Coordinador de Gestión del Riesgo de Barrancabermeja reiteró el área declarada en riesgo se extiende desde la entrada al hotel Pipatón hasta los límites con la Refinería. “Tenemos que organizar a los pescadores así la subienda de pescado dure un mes, cinco días o una semana. Dentro del plan de acción de calamidad pública que se decretó, se consideró el encerramiento de esa zona en maya para evitar el paso de la gente. Eso lo tenía que hacer Cormagdalena en un plazo de tres meses, pero ya va una año y medio y nada que se cumple con esa medida”.

Advierten que la cantidad de pescado ha disminuido

Pese a que la primera subienda de pescado que se registra este año en el Magdalena Medio santandereano ha generado alegría entre los pescadores ante las enormes cantidades de pescado, hay quienes aseguran que en años pasados la abundancia era mucho mayor.

El ambientalista Óscar Sampayo, integrante de la Corporación Regional Yarigüíes, explicó que este suceso hace parte del ciclo normal del río Magdalena y las diferentes ciénagas que conforman este ecosistema. “Cada año ocurre en enero y a mediados de año, entre julio y agosto”.

Sampayo señaló que para que ocurran estas temporadas de subienda es importante respetar los periodos de veda en los cuales se prohíbe la pesca de especies como bocachico, bagre, sierra y dorada, con el propósito de que se puedan reproducir estos peces. “Los dos periodos de subienda que se tienen contemplados son producto de las acciones de las autoridades al restringir la pesca en otros momentos del año.”.

No obstante, el experto lamentó la crisis por la que atraviesan los pescadores artesanales debido a que cada vez disminuyen los bagres, bocachicos, la doncella y el picudo. “Si cuidamos el río con planes de conservación la realidad sería mejor para los habitantes del valle medio del Magdalena. La cifra de pescado estos días va a ser apenas de un par de toneladas por mucho. La riqueza hídrica año a año se ha deteriorado”.

El ambientalista criticó que diferentes factores, como la falta de control de vertimientos, estén impactando negativamente la vida del río. “Me preocupa el proyecto de navegabilidad del Magdalena. No conocemos los efectos que pueda tener tanto en el río como en los diferentes ciénagas, caños y ríos que están conectados”.

El experto asegura que es posible que la subienda actual dure apenas una semana más, un lapso muy corto comparado con lo que sucedía hace una década atrás.

Además, asegura que en algunos lugares como el corregimiento El Llanito ya no se ve la misma cantidad de pescado de antaño. “Hace unos 15 años en una temporada subienda en este lugar se podía observar una actividad similar a la que se vive actualmente en el muelle de Barrancabermeja hasta por unos 15 días . Allá ya no existe esa misma abundancia”.

José Chacón es pescador de El Llanito. Aseguró que aunque desde mediados de diciembre se inició la temporada de pesca que va hasta febrero, la cantidad de pescado no ha sido constante. “Por aquí la subienda no es continua. Así como hay días en que no agarramos nada, hay otros en que se pescan 50 o 60. En un buen día, se pueden pescar hasta 100, pero no es algo que pase a diario”.

Conservación

Óscar Sampayo considera que ante este panorama las autoridades deben implementar más acciones para salvaguardar los cuerpos hídricos del Magdalena Medio, tales como caños, quebradas, riachuelos y los ríos Sogamoso, Opón y Carare, pues es allí habitan y se reproducen los peces que se encuentran en el río Magdalena.

“El llamado es a generar planes de conservación y políticas públicas para la defensa de estos ecosistemas amenazados por actividades extractivas, como el petróleo y la minería. Se debe estar atentos a la participación de las comunidades rivereñas en la preservación y generar acciones de recuperación. Es necesario apoyar la pesca tradicional”, recalcó.

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Publicado por John Arias

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