Mediante una acción popular los tinterillos ubicados a un costado del Palacio de Justicia piden garantías en el proceso que adelantan para recuperar el espacio público.
“Este es nuestro medio de obtener el sustento para los hogares. Aquí mi mamá trabajó durante 20 años y luego nos cedió el espacio a mi y mi hermana desde hace más de 5 años.
Con este trabajo logro sacar lo del diario para mis dos hijos y no sería justo que nos quiten y nos dejen en un rincón donde nadie llegaría como al interior del CPC. Aquí es donde la gente llega por las notarías”, afirmó Irina Marcela Díaz, quien tiene parálisis en medio cuerpo y labora en la zona.
Ahora esperan a que la Defensoría del Pueblo les notifique la decisión en una semana en la que se define si son reubicados, en dónde y cuántos serán beneficiados, los demás tendrían que desalojar el área, al igual como ocurrió con las bahías de parqueo.
“Ellos tienen las mismas condiciones que los vendedores ambulantes porque aunque ejercen actividades básicas de derecho, no son abogados y por permanencia superior a 5 años adquieren derechos de confianza legítima.
No pueden entrar a desalojarlos así ya que sería ilegal. Si deciden quitarlos deben garantizarles una reubicación”, dijo el abogado Leonardo Granados.