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Barrancabermeja
Jueves 04 de abril de 2019 - 12:00 PM

Una caimán retrasó mejoras en la Terminal Fluvial Yuma

La inusual contingencia se sumó a los inconvenientes en la ejecución de la obra, problemas en el retiro de la tablestaca colapsada y retrasos del contratista.

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Varios han sido los inconvenientes que la Corporación Autónoma Regional del Río Grande de la Magdalena, Cormagdalena, ha tenido que afrontar en su afán de terminar las obras de reconstrucción de la tablestaca de la Terminal Fluvial Yuma, la cual colapsó el 16 de agosto de 2018.

A los problemas de tipo técnico y contractual que han tenido por más de ocho meses fuera de servicio la terminal, donde más de 800 pasajeros a diario abordaban en Barrancabermeja las chalupas para transportarse por el río, se sumó un fenómeno natural poco antes visto en obra de infraestructura alguna.

Una familia de reptiles decidió alojarse en las cárcavas que el agua del afluente formó en los escombros de la estructura colapsada.

Fueron 28 días los que duró paralizada la obra porque a la caimán y sus dos pequeñas crías el contratista no podía sacrificarlas, la norma ambiental no se lo permitía.

Fue necesario entonces realizar un meticuloso procedimiento de captura y reubicación del animal de sangre fría y su prole.

La caimán fue avistada el 21 de febrero y reubicada el 20 de marzo, incluso cuentan las “malas lenguas” que se daba el lujo de desplazarse por el muelle fluvial, donde era alimentada por mujeres vendedoras informales.

“Fue notificada la autoridad ambiental. La Policía Ambiental se hizo presente, hizo una evaluación. Luego la CAS realizó una inspección, determinó que al reptil había que reubicarlo. Fue necesario gestionar recursos. Contratamos a una persona experta (veterinario) para que realizara el procedimiento. Detrás de la mamá se van los hijos, y así sucedió. Un caso muy curioso, porque no es común que una obra se pare por una eventualidad de este tipo”, narró sorprendido el subdirector de desarrollo sostenible y navegación de Cormagdalena, Carlos Andrés Quiza Galindo.

El retraso no se oculta

Cormagdalena declaró la urgencia manifiesta para realizar los trabajos de reconstrucción de la tablestaca colapsada.

La corporación contrató a dos empresas: Comepsa, para ejecutar las obras; y Concep, para hacer la interventoría.

El valor del contrato fue de $1.800 millones, se adjudicó para un periodo de dos meses.

Las obras iniciaron el 11 de octubre de 2018 y Cormagdalena esperaba que el 11 de diciembre estuviera terminada la orilla y restablecido el servicio en la terminal de transporte fluvial.

Sin embargo, las obras hoy no se han acabado y al contratista le han tenido que otorgar prórrogas que ya suman 105 días, irregularidades que la contingencia causada por el natural instinto de supervivencia de una caimán puede disculpar.

El subdirector de desarrollo sostenible y navegación de Cormagdalena fue honesto al decir a Vanguardia que “si bien hemos tenido inconvenientes, también tenemos que reconocer que tenemos un contratista que está retrasado en obras y eso no lo podemos ocultar. No queremos ocultarlo, queremos que la comunidad sepa que el contratista está retrasado en la terminación de la obra, cuyo avance es del 30%”.

Pero a la vez, el alto ejecutivo entregó un parte de tranquilidad a la ciudad, al indicar que la corporación garantizará la puesta en marcha de la terminal con el actual contratista o a través de una nueva licitación.

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Publicado por Marcelo Ricardo Almario Chávez

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