La ola invernal le recordó a los socorranos y sus autoridades locales la necesidad de fortalecer el acueducto La Cinco Mil. Durante los últimas semanas, los fuertes aguaceros y la crecida de las fuentes hídricas ocasionaron el taponamiento de la bocatoma del acueducto de la quebrada que tiene el mismo nombre.
En ese lugar se tiene que construir una red de abducción paralela, que permita tener un plan B cuando una situación de esta naturaleza se presente y poder mantener el servicio al momento en que se están haciendo las reparaciones.
La precisión fue hecha por César Augusto Ardila, gerente de la empresa aguas del Socorro. El funcionario recordó que este no es el único riesgo que enfrenta la infraestructura de aguas y en los 18 kilómetros de recorrido que tiene la red hasta llegar a la planta de tratamiento en el municipio, hay 18 puntos críticos establecidos.
En el caso del taponamiento de la bocatoma, que generó intermitencia en el servicio, es la primera vez que se presenta este año, pero no puede ser la última debido a las lluvias constantes.
El funcionario dijo que otras obras necesarias son la estabilización de taludes y el reforzamiento de los 15 pasos elevados de la tubería, entre otros. En diciembre de 2020 justamente una remoción de tierra amenazó con sepultar parte de la tubería.
La tarea de Aguas del Socorro y la alcaldía local es contratar un proyecto de estudios y diseños para decidir las obras para mitigar los riesgos del acueducto y, lo más importante, definir cuánto cuestan.
Ardila dijo que en el segundo semestre se contratará el proyecto y luego, al tener la cifra, empezar a gestionar a nivel departamental y nacional los recursos requeridos, porque estos trabajos son una necesidad para garantizar el suministro de agua a los socorranos.
