El proyecto BanCO2 impulsado por la Electrificadora de Santander y la Corporación Autónoma Regional de Santander CAS propuso a familias de sectores rurales proteger el bosque natural y aprender a vivir en armonía con él.
A través de talleres, capacitaciones y un pago mensual por cuidar las áreas de bosque nativo dentro de sus parcelas, 21 familias recibieron apoyo económico para su desarrollo mientras trabajaron por la protección de la flora del municipio.
Como María Elvira Fonseca y su hijo, 21 familias de Encino, Charalá y Gámbita se beneficiaron desde 2015 gracias al cuidado del bosque que tenían en sus parcelas.
“El programa me sirvió mucho, además de asistir a los talleres y aprender a cuidar el bosque, arreglé mi casa e hice muchas cosas con el dinero que me daban. Ahora que se termina, con las herramientas que tenemos nuestra tarea es siempre proteger el terreno que tenemos”, comentó.
Gracias a este proyecto, en la vereda Normandía de Charalá, María Elvira y su hijo Ángel Miguel Hernández, cuidaron, cercaron y protegieron alrededor de cuatro hectáreas de bosque mientras recibían capacitaciones para el cuidado sustentable y un apoyo económico por $750.000 por participar del proyecto.
En este ciclo de la iniciativa BanCO2 llevado a cabo entre 2015 y 2018, 21 familias protegieron alrededor de 109 hectáreas en sus parcelas.
Sin embargo, el programa continúa con otros 36 hogares que se hacen cargo de 500 hectáreas de terreno hasta el 2020.