San Gil, Aratoca, Santander
Educación rural, el proyecto de vida de una familia en Aratoca
Luis Antonio Niño Mancilla tiene 75 años y junto a su esposa, María del Carmen Niño, se graduaron de bachilleres el pasado viernes en la Catedral de San Gil.
Luego de haber estudiado por tres años y de haber compartido el hogar y las aulas de clase, Luis Antonio y María del Carmen celebran este triunfo en compañía de sus compañeros y docentes, que son a la vez sus hijos.
"Soy egresada de educación básica de la Universidad de Pamplona y hace tres años comencé mi proceso como docente de Idear. El apoyo de mis padres fue tan grande que se vincularon como estudiantes y cursaron todos los ciclos, desde sexto a once", contó Ana Rosa Niño, hija y docente de Luis y María del Carmen.
Luis Antonio abandonó las aulas de clase desde tercero y se dedicó al campo. Gracias al apoyo de sus hijos regresó al estudio y, luego de validar los cursos de primaria se integró a los alumnos de Idear para mejorar las condiciones del campo y su bienestar de vida.
“A pesar de las dificultades seguí estudiando todos los días junto a mi esposa. Me sentía orgulloso y obediente de mis hijas ya que eran mis profesoras. Hoy cumplí mi sueño de terminar el bachillerato y quiero seguir estudiando en el Sena; mi proyecto es reforestar y mejorar las condiciones de vida de nuestros hogares”, manifestó Luis Antonio.
Por su parte, María del Carmen, una mujer sociable y ‘muy dada a la gente’, como la describe su hija, espera seguir sus estudios en agroindustria o convertirse en enfermera.
Fueron 741 beneficiados
Al igual que sus padres, Luis Esteban y Adriana Niño formaron parte de los 741 estudiantes que a pesar de los problemas que enfrentaron este año se convirtieron en bachilleres. “Este año nos enfrentamos a los problemas de licitación, pero con el compromiso de los estudiantes intensificamos las horas semanales, prestamos aulas con Internet, salones, sillas, todo lo que necesitáramos para culminar este proceso”.
Del mismo modo que muchas familias de la provincia, el proyecto que Luis y María del Carmen tienen para su familia contempla que todos sus hijos sean profesionales.
Hasta el momento, seis han alcanzado este logro y al igual que ellos, Esteban, Marcela y muchos más esperan acceder a educación superior para mejorar las condiciones de su hogar en la vereda Palmita en Aratoca.
“Con la educación de bachiller comenzamos a sembrar cerca de 2.500 árboles y hemos conseguido agua. Recibir esta educación permite que como campesinos trabajemos por nuestro campo y mejoremos nuestras condiciones de vida”, comentó Luis Antonio.
Al igual que más de 500 familias que celebraron la graduación de sus familiares, los Niño Niño resaltan la necesidad de cuidar estas iniciativas, proteger las clases e incentivar que más personas estudien para el desarrollo de la provincia y el campo guanentino.