En 2020, por ejemplo, sin el apoyo que brindó el acueducto de Panachi hubiese sido imposible garantizar el agua a las residencias del área urbana, manifestó Mónica Avellaneda Galvis, alcaldesa de Aratoca.
Recientemente funcionarios de la Corporación Autónoma de Santander, CAS, estuvieron en Aratoca atendiendo una solicitud de concesión de agua en la quebrada La Lajeña.
Esperando aún la respuesta, las autoridades del municipio confían en que la misma sea positiva, dada la compleja realidad que vive esta población en lo que a suministro de agua potable se refiere.
La realidad no es nueva y año a año los veranos intensos hacen que la prestación de este servicio sea cada más difícil de sostener.
En 2020, por ejemplo, sin el apoyo que brindó el acueducto de Panachi para la administración local hubiese sido imposible garantizar el agua a las residencias del área urbana, manifestó Mónica Avellaneda Galvis, alcaldesa de Aratoca.
La solicitud que está siendo revisada por la corporación busca el establecimiento de un nuevo acueducto veredal que le garantizaría el servicio a 40 familias del sector Manchego.
Anteriormente, ellos recibían el agua de un nacimiento de agua ubicado en la parte alta de la vereda Clavellinas. “El nacimiento se secó”, aseguró la mandataria, preocupada por la baja recuperación de las fuentes hídricas del municipio.
A estas familias como a otras de varios sectores rurales del municipio, el agua les es enviada una vez a la semana en un vehículo. Avellaneda explicó que la situación es muy complicada de sostener y es urgente buscar soluciones a todas las personas que sufren diariamente por la falta de agua.
Confiando en la respuesta de la CAS frente a la Lajeña, la alcaldía está haciendo los estudios para evaluar el costo de los 500 metros de acueducto y la motobomba que se necesitan para llevar el agua desde la quebrada hasta los hogares.
Así mismo, sería la comunidad la encargada de vigilar el buen estado de la motobomba y hacer el mantenimiento respectivo.
Hay preocupación
Avellaneda indicó que se están haciendo trámites ante la Gobernación de Santander, buscando otras soluciones en la prestación del servicio de agua. Este año el municipio se declaró en emergencia justamente por este problema.
Mientras los carrotanques y volquetas se volvieron una constante en varios puntos del municipio, las autoridades están muy pendientes del bajo nivel de recuperación de las tres quebradas desde donde llevan el agua hasta el acueducto. Se trata de las quebradas Guacamaya, Arenosa y Quince.
“Llueve pero los niveles no suben como se espera”, dijo Avellaneda.
En las últimas semanas, Aratoca ha sentido varios días de lluvia y los habitantes esperan que estos duren por un tiempo para solventar las fuentes hídricas.
