Una vez más los habitantes de tres veredas de San Gil protestaron por lo mismo que lo han hecho los últimos años: el mal estado de la vía que comunica a San Gil con Cabrera.
Volvieron a bloquear la vía como lo hicieron en 2021, cuando impidieron el paso de los camiones de basura hacia los rellenos sanitarios y la maquinaria pesada que participa en la construcción de la Variante de San Gil.
Sin embargo, en esta ocasión decidieron taponar el tránsito por la carretera principal y no del ramal que lleva a los rellenos sanitarios. Se ubicaron en el kilómetro 2, en donde termina la nueva desviación que se hizo por la construcción de la variante.
Los manifestantes exigen que les cumplan con los compromisos adquiridos por las autoridades en las protestas anteriores, como por ejemplo el mantenimiento de la vía por todos los actores que según ellos la deterioran con sus carros pesados. Ahí los señalados son la Alcaldía, Acuasan (empresa de servicios públicos del municipio y propietaria de un relleno sanitario), y las empresas privadas Concay (constructora de la Variante) y Empsacol, propietaria del relleno privado que recibe residuos de más de 40 municipios del departamento.
La otra gran petición es la prometida pavimentación de la vía con la que se habrían comprometido hace más de 20 años las autoridades municipales y departamentales cuando la comunidad accedió a dejar funcionar los rellenos en el sector.
Sobre las 8:00 de la mañana de ayer los manifestantes sostuvieron una reunión con Hermes Ortiz Rodríguez, alcalde de San Gil, a quien le manifestaron que no levantarían el bloqueo hasta que las autoridades departamentales no hicieran presencia para evaluar el tema de la pavimentación de la vía; la Corporación Autónoma de Santander para estudiar el problema de las basuras; y los representantes de las empresas privadas de quienes se exige mayor compromiso en el mantenimiento.
Luis Medina Zambrano, personero de San Gil, dijo que la comunidad está decidida y en este caso se les debe garantizar el derecho a la protesta. “Con ellos hablamos y les pedimos que si se presentaba un caso de emergencia de alguien que necesitara pasar se lo permitieran”.
Así mismo, Medina explicó que otra solicitud que hacen a los responsables de la Variante de San Gil es evaluar el desvío que se hizo a la carretera San Gil - Cabrera, el cual quedó con una pendientes muy alta y que representa un peligro muy alto para los conductores.
Piden presencia de autoridades
La protesta inició a las 11:00 de la noche del martes con 30 personas y al mediodía de ayer había cerca de 200. Todos con la consigna de conseguir las soluciones que en el pasado no han logrado, especialmente en lo concerniente a la pavimentación.
José Monsalve, presidente de la vereda El Volador, dijo que si es necesario estarán 3, 4, 5 o los días que sean necesarios para que el Gobernador de Santander vaya y les garantice un proyecto de intervención en el corto plazo.
Monsalve expresó que el alcalde de San Gil se comprometió con el mantenimiento, pero ya están cansados de esos arreglos que duran apenas unas semanas con tanto carro pesado usando la vía.
En el tema de las basuras la exigencia es la presencia del director de la CAS, a quien además de revisar los licenciamientos se le cuestiona por la falta de control al funcionamientos de los rellenos sanitarios.
Oscar Neira, presidente de la junta veredal de El Cucharo, expresó que los carros llegan a cualquier hora de la noche o la madrugada y eso es un problema porque muchas familias viven a un costado de la vía y no pueden tener tranquilidad en ningún momento.
Neira dijo también que están llegando carros con residuos que no traen ningún tipo de identificación y entonces no se sabe de dónde están llegando las basuras y si realmente se está cumpliendo con los permisos otorgados.
Al cierre de esta edición con intermediación del alcalde sangileño se desarrollaban diálogos y acercamientos buscando una solución a la protesta.
