Con 25 años, el turismo sangileño tiene un camino largo por recorrer

Cortesía / VANGUARDIA Cortesía / VANGUARDIA Cortesía / VANGUARDIA Recientemente la empresa Ríos y Canoas celebró 25 años de existencia, siendo la primera agencia de turismo en ofrecer actividades de aventura de forma oficial en San Gil y la provincia Guanentá. El nacimiento de esta marca que se dio por la unión de empresarios y gremios a nivel local y departamental, marcó el inicio de una vocación en el municipio que hoy es reconocido como ‘capital turística de Santander’ y que se ha irradiado hacia las demás poblaciones en donde la oferta turística tiene un papel más importante día a día. Con las bodas de plata de Ríos y Canoas se puede decir también que San Gil lleva el mismo tiempo transformando su economía, cada vez más volcada hacia los servicios turísticos. Prueba de eso es que hoy el municipio tiene 223 negocios en esta cadena productiva con Registro Nacional de Turismo, RNT, activo y 30 agencias operadoras de turismo, destacó Lyda Forero Bernal, directora de Cultura y Turismo del municipio. Uno de los principales cambios en todos estos años se da tal vez en las opciones de hospedajes especializadas, que van desde fincas, pasando por hoteles de categoría, cabañas y hostales, algo con lo que no se contaba a finales del siglo pasado, cuando la dinámica estaba hasta ahora iniciando. Lo más importante es que San Gil dejó de ser uno de los pueblos del departamento y se transformó en un referente a nivel nacional con proyección internacional, dijo Edgar Lesmez, presidente de la junta directiva de Fenalco, sur de Santander. Esto lo han aprovechado el comercio e industrias como la construcción. Canotaje, el inicio de todo Un viaje a Costa Rica despertó a unos empresarios la posibilidad de traer la práctica del canotaje a San Gil y Colombia. Desde allá fueron importados dos guías y todos los equipos necesarios para la práctica del rafting en 1994. De esa experiencia quedaron para la historia nos nombres de Jairo Carlier, Jesús Miguel Alucema, Jorge Gutiérrez (Q.E.P.D.), Jairo Ortiz, Cristian Torres y Raimundo Reyes, algunos de los que conformaron el primer grupo de guías turísticos de rafting en San Gil y Colombia. Desde ese momento el río Fonce se transformó en el foco de desarrollo del turismo. A partir de ahí se generó toda la gama de actividades de aventura, por la necesidad de brindarle a los visitantes más actividades: Espeleología, parapente, torrentismo, rappel, algunas de las opciones. Hay que evolucionar Con el turismo de aventura como referente en la región y muchos otros puntos del país, el reto de los empresarios sangileños es ampliar la oferta de servicios. Para eso hay que empezar a trabajar en la generación y el posicionamiento de productos de turismo cultural, histórico, ambiental y culinario, entre otros. Forero explicó que todo esto debe mirarse como una oportunidad para todos y no como una competencia y ese es el principal problema hasta ahora. De la mano de esta ampliación de la oferta se tiene que lograr la estandarización de servicios de calidad para atraer más turistas y que los empresarios “dejen de pelear por los turistas de siempre”, aseguró la funcionaria. Sergio Gutiérrez, empresario de parapente, ha señalado en múltiples ocasiones la necesidad de competir a través de la calidad y no de la ‘guerra del centavo’ como se viene haciendo en una dinámica que no permite valorar de forma adecuada frente al mercado nacional e internacional la oferta turística de la región. La falta de turistas con una mayor capacidad de gasto es justamente uno de los principales problemas y eso se puede evidenciar en que durante los 25 años y a pesar de ser ya un destino turístico reconocido a nivel nacional, no se ha logrado que una marca hotelera prestigiosa decida invertir en el municipio, dijo Lesmez. El representante gremial explicó que una de las cosas que miran esta clase de empresas es el nivel de gasto de los turistas y aquí hay que reconocer el trabajo de los empresarios locales que vienen invirtiendo en hoteles de calidad. Organizar el destino Sin duda el turismo es un motor de desarrollo y los problemas que se presentan son por ausencia de organización y, en ocasiones, de inversión. En este sentido, Forero reconoció que cuando un turista califica un destino lo hace teniendo en cuenta todo, no solo el servicio de un negocio: movilidad, seguridad, comunicación, vías, educación, salud, limpieza. “tenemos que seguir trabajando”, aseguró Forero, hablando de espacios como el malecón que es la primera imagen de San Gil que se llevan los turistas. Así mismo, para el futuro jugará un papel fundamental el nuevo plan de ordenamiento, en donde, como la ha dicho Hermes Ortiz Rodríguez, alcalde de San Gil, hay que organizar todo el crecimiento que se da alrededor del río Fonce. El tiempo seguirá andando y en unos años, tal vez otros 25, San Gil y la región seguirán en el mapa como una región para visitar y disfrutar.