Son muchos más los aspectos ampliamente favorables que se desprenden de esta nueva realidad económica que en el último año han forjado básicamente nuestros empresarios, a quienes hay que felicitar sin egoísmos y animar sin temores, para que continúen por este camino.
Guanentá
¿Es viable reabrir el matadero municipal en San Gil?
- Archivo / VANGUARDIA
El interés mostrado por el presidente Gustavo Petro de revivir los frigoríficos municipales para combatir el alto precio de la carne es una medida que en San Gil no podría llevarse a cabo a menos que se haga una inversión significativa.
La planta de sacrificio animal de la capital de la provincia Guanentá, que fue cerrada definitivamente desde hace más de 2 años por la decisión de un Juez de la República en respuesta a una acción popular, hace imposible pensar que la medida pueda llevarse a cabo, por lo menos en el corto y mediano plazo, dijo Wilmer Jiménez, comerciante de carne en el municipio.
El matadero ubicado en la zona de la feria, junto a los barrios Prados del Bosque y Villa Eddy, recibía múltiples quejas por los malos olores y especialmente porque sus aguas sanguinolentas se mezclaban con las aguas residuales de las viviendas y terminaban saliendo por las cañerías de las mismas.
Jiménez recordó que las malas administraciones municipales permitieron la construcción de barrios junto al frigorífico y después fueron incapaces de dar solución a la problemática.
Impacto en los precios
Más allá de las dificultades de infraestructura y que las instalaciones del matadero se convertirán en el parqueadero y oficinas de la Secretaría de Tránsito de San Gil, la controversia está en si realmente la medida ayudaría a bajar los precios de la carne.
Andrés Ribero, presidente del Comité de Ganaderos de San Gil, indicó que indudablemente se presentaría una reducción en los precios que beneficiaría especialmente a los pequeños ganaderos porque bajarían los costos de transporte del ganado en pie a los frigoríficos.
Actualmente la mayor parte de la carne que se consume en san Gil corresponde a reses que son sacrificadas en el frigorífico de Villanueva, porque el de Oiba también está cerrado esperando inversión. La otra opción más cercana es Bucaramanga.
Jiménez cree que el impacto en los precios no sería muy alto (entre un 5% y 8%) e insiste en que la mayor responsabilidad del alza en el valor de la carne, que ayer era de $14.000 la libra en chatas o lomo fino en la plaza de mercado sangileña, es generada por las exportaciones de ganado que terminaron incrementando el pago por kilo del ganado en pie, el cual pasó de $4.500 a inicios de 2020 a más de $9.000 en la actualidad.
Ahora, en lo que sí tendría un efecto directo e inmediato la apertura de los frigoríficos municipales es en combatir el sacrificio ilegal de ganado, una modalidad que en medio de las restricciones y el deficiente control de las autoridades, vendría creciendo de forma constante, especialmente en las zonas rurales.