Muchos de los comerciantes tuvieron que asumir sobrecostos de hasta un 150% para poder surtir sus negocios. El 85% de los empresarios afirmaron tener pérdidas durante los días del cierre en la vía que de San Gil conduce a Bucaramanga.
Fenalco Sur de Santander habló con Vanguardia sobre los resultados de una reciente encuesta realizada a empresarios del sector construcción, turismo, salud, educación, agropecuarios, centros comerciales, alimentos, entre otros.
Los diferentes gremios afirmaron que sí se vieron afectados por el cierre vial entre San Gil y Bucaramanga, causado por la tragedia invernal en Piedecuesta.
Además, señalaron que las pérdidas son millonarias en las provincias Guanentina, Comunera y Vélez.
“Realizamos una encuesta con nuestros afiliados con el fin de conocer un poco más el nivel de afectación del comercio después de la emergencia invernal del pasado 26 de febrero, que dejó incomunicada a la región con el centro del departamento y el norte del país por más de ocho días consecutivos”, expuso Delis Paola González Corso, directora de Fenalco Sur de Santander.
El 65% de los encuestados aseguró que sus negocios sí se vieron afectados por el cierre de la vía. En este grupo se encuentran los almacenes de venta de ropa y calzado, tiendas de tecnología, ventas de alimentos, estaciones de servicio, depósitos de materiales, constructoras, droguerías y centros comerciales.
“Estos últimos afirman haber tenido una disminución del 25% tanto en tráfico como en ventas, comparado con la misma época del año anterior”, agregó González.
El informe señala además que más del 95% de los comerciantes asumieron los sobrecostos para poder surtir sus negocios, lo que implicó el transporte de productos por vías alternas, así como el cambio de proveedores. Una de las empresas más afectadas, señalan, fue Coohilados del Fonce, que tuvo sobrecostos del 150% en fletes entre San Gil y Bucaramanga, Norte de Santander y la Costa Atlántica.
Amas de casa como Ana Roso regresaron a sus viviendas con las bolsas vacías, pues en los supermercados escaseaban los productos: “No encontré aceite, pañitos húmedos, jabones... las estanterías estaban vacías”.
Las cifras son alarmantes: un 85% de los empresarios declararon que sus ventas disminuyeron hasta un 50% y que sus pérdidas superan los $3.500 millones por día. En el tema turístico, por ejemplo, hubo un quebranto económico que sobrepasó los $20 millones relacionados en restaurantes, operadores, transportadores y hoteles.
“El sur de Santander aporta significativamente al desarrollo comercial del departamento, la cuarta economía del país, que ha estado en aprietos durante décadas por crisis similares a esta y que a la fecha no ha tenido soluciones contundentes y reales. Es por esto que hacemos un llamado especial al Gobierno Nacional y a la bancada parlamentaria para que podamos buscar soluciones de infraestructura a largo plazo. Hacemos un llamado a nuestros congresistas santandereanos para que sea este el momento de unirnos en pro de esta región y que juntos apalanquemos proyectos inaplazables como la recuperación de vías alternas a la troncal central”, dijo la ejecutiva a este medio.
