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santander/guanenta
Jueves 29 de agosto de 2019 - 12:00 PM

Lolita, la guacamaya insignia del Parque Gallineral

Hace 10 años la guacamaya fue liberada en el parque por la Corporación Autónoma Regional de Santander, CAS. Su aspecto y actitudes con propios y turistas la han convertido en el animal más representativo de este espacio.

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Suministrada/ VANGUARDIA
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En una casa de madera recubierta con un techo de plástico vive ‘Lolita’, la guacamaya insignia del Parque Natural El Gallineral de San Gil. La ausencia de plumas en su pecho y la algarabía que monta con la visita de propios y turistas la han convertido en una de las figuras más representativas del lugar.

Al lado de su vivienda se puede encontrar un letrero que dice “cuidado, ave en recuperación: estaba en cautiverio, por estrés se desplumó”, y es cierto. El ave fue liberada en el parque hace 10 años por la Corporación Autónoma Regional de Santander, CAS, con el fin de que recuperara su estado físico. Lina Marcela Salazar Remolina, directora del Instituto de Cultura y Turismo, mencionó que tres meses después de que la CAS la liberó volvió por ella, sin embargo, debido a la recuperación que mostró decidieron dejarla en este espacio. “Lolita se quedó con nosotros y se convirtió en el centro de atención”.

La guacamaya tiene mal carácter, no se deja acariciar y solo empatiza con algunas personas. Edwar Meneses, uno de los trabajadores del parque, señaló que solo cuando se cae al suelo es que se deja tocar por las personas que están presentes en el lugar. También destacó que le gusta pelear con las ardillas, pues en ocasiones, le roban la comida.

El aspecto del animal es uno de los elementos que más la representan. Mientras estaba en cautiverio, por el estrés que dicha situación le generaba, se arrancó todas las plumas de su pecho. Ahora aunque vive en completa paz y tranquilidad, cada vez que le salen plumas se las arranca. Luis Emilio Atuesta Correa, coordinador del grupo de Flora y Fauna de la CAS, explicó que este tipo de comportamientos son frecuentes en animales que vivieron situaciones de cautiverio y encierro. “Esa actitud puede ser condicionamiento psicológico de lo que ella vivió en cautiverio”, afirmó. De igual forma mencionó que al animal se le deben hacer unos análisis de sangre para ver cómo están sus componentes minerales. Esto para poder implementarle una dieta con ciertos alimentos que propicien que le crezcan nuevamente sus plumas. “Ese es un proceso lento que puede demorar de dos a tres años”.

Hogares de paso

En los hogares de paso que tiene habilitados la CAS hay monos, zorros, aves, tucanes, ardillas y otros animales silvestres. El proceso de recuperación de las especies que son rescatadas es variante y depende del trato que hayan recibido.

El coordinador de la CAS explicó que los animales que no se logran recuperar se mantienen en las instalaciones o se dan en adopción a personas que quieran recibirlos. Claro está, después de verificar que tengan un espacio amplio en el sector rural, solvencia económica y sentido de responsabilidad.

La Corporación posteriormente efectúa visitas, con el fin de verificar el estado en el que se encuentran los animales y garantizar que vivan bajo las condiciones que requieren.

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Publicado por Dayanna Marcela Verjel Carrascal

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