Hace unos 10 años Bernardo Rodríguez se enteró durante unos exámenes médicos que su corazón estaba mucho más grande de los normal y seguía creciendo. El dictamen médico estableció que padecía la enfermedad de Chagas y que posiblemente llevaba conviviendo con ella toda su vida.
A sus 77 años de vida cree que el ‘pito’, animal de la familia Rhodnius Prolixus y responsable de la transmisión de la bacteria que genera la enfermedad, le picó en su casa en Pinchote cuando era muy niño, tiempos en que le tocaba dormir casi en el piso.
Su corazón grande, sumado a problemas vasculares, le generan dolores en el pecho y dificultad para respirar. Aunque lleva una vida tranquila, sabe que el Chagas tiene en riesgo constante su vida.
Santander por su geografía, costumbres y otros factores es una zona de riesgo para el contagio de la enfermedad. Actualmente, desde la Secretaría de Salud de Santander, con el apoyo de hospitales regionales, se desarrolla un plan piloto para la certificación del departamento como zona libre de contagios domiciliarios.
Como parte de ese ejercicio se adelanta un plan de intervención en 30 municipios, que incluye la toman pruebas de sangre para la detección de la enfermedad en zonas rurales y urbanas. Las poblaciones estudiadas son madres gestantes y menores de edad.
Toma de muestras
El Hospital Regional de San Gil, a través de su director de comunicaciones, Jorge Argüello Gómez, informó que profesionales de la entidad estarán visitando hogares de Pinchote y Páramo para adelantar el proceso de toma de muestras.
La población identificada para la toma de muestras es de 2.200 personas, según la información que le fue suministrada a la institución hospitalaria por la Secretaría de Salud del departamento.
El funcionario pidió a la población rural y urbana de estos municipios facilitar el acceso a los profesionales, quienes irán debidamente identificados, aclarando que el proceso no tiene ningún costo.
Entre el 1 de enero y el 20 de noviembre de este año, según los índices departamentales, Santander registró 61 nuevos de Chagas, cifra que representa un incremento del 917% con relación al mismo periodo de 2021, cuando se notificaron 6 casos.
Zonas de riesgo
Carlos Gómez Mogrovejo, coordinador en la provincia Guanentá del programa de Enfermedades Transmitida por Vectores, ETV, de la secretaría de Salud departamental, informó que en esta región hay identificadas poblaciones con alto riesgo de contagio de Chagas.
Los municipios que reclaman mayor atención de las autoridades son Mogotes, San Joaquín y Onzaga. En la primera de ellas, hace 10 años, se tuvo que hacer un plan de atención especial por los factores de riesgo. Después, en la línea de alerta aparecen Charalá, Encino y Coromoro.
Gómez Mogrovejo dijo que siguen apareciendo casos de personas adultas mayores que como Rodríguez, están descubriendo que padecen la enfermedad.
El mayor número de contagios con la bacteria se presentan por contacto directo con el insecto que genera la transmisión a través de su materia fecal.
Las otras formas de contagio son con el consumo de agua o alimentos contaminadas con excrementos y las transfusiones sanguíneas.
Acciones de prevención
En caso de identificar un pito las personas deben evitar matarlos o tener algún contacto con él. Gómez Mogrovejo dijo que lo ideal es capturarlos sin tocarlos, guardándolos en un recipiente con tapa de llevarlos a un punto de control o identificación, que son normalmente las secretarías de Salud municipales y las instituciones públicas de salud, como los hospitales.
El coordinador de ETV regional explicó que en las zonas rurales es esencial instalar mallas o anjeos en las ventanas y protectores en la parte baja de las puertas para evitar el ingreso de los insectos. Mantener corrales y criaderos de animales aseados y evitar que los animales duerman o permanezcan dentro de las casas también es importante para prevenir la llegada del pito.
Las recomendaciones aplican para casas en zonas urbanas que estén en espacios campestres, cerca a zonas verdes o quebradas.
