jueves 10 de noviembre de 2022 - 12:00 AM

Guanentá

Rechazan nuevos retrasos en obras del Hospital de San Gil, no sería entregado en diciembre

Cinco meses más, desde diciembre, durarían las obras de la reposición de la infraestructura del hospital sangileño en su primera fase.

La construcción de la primera fase del Hospital Regional de San Gil no se entregará en diciembre y tendría una extensión que se estima será de cinco meses más, con una reducción en los acabados.

La confirmación la hizo Félix Zipamoncha, uno de los veedores sangileños, tras una reunión con los responsables del proyecto. El veedor se mostró inconforme con la realidad del proyecto y porque ahora, además de todos los retrasos que se han presentado no se cumpla con la forma en como se debería entregar la obra.

Aunque esto aún no se ha confirmado por el ente oficial, en este caso la Gobernación de Santander, son puntos que están sobre la mesa desde hace varios meses. Prueba de ello es que en septiembre pasado, cuando se reinició la obra después de cuatro meses de parálisis anunciando en ese momento una extensión del contrato de 3 meses ( hasta diciembre), desde la empresa contratista ya se anunciaba que se necesitaban cinco meses más.

Jorge Delgado, ingeniero de la Unión Temporal AS, dijo que de la extensión hay una solicitud formal presentada y estaría todo dado para el aplazamiento que es necesario porque actualmente faltan labores de mampostería, terminar de construir la base del tanque de agua, otros trabajos en cubiertas, infraestructura general y acabados

Sobre este último punto los cambios se darían por el ajuste presupuestal, en donde se habrían tenido en cuenta el recálculo de precios de materias primas, los costos generados por la parálisis de casi un año del proyecto entre 2019 y 2020 por problemas en los estudios y diseños, y el aumento del concreto.

Todo esto tendría un valor aprobado cercano a los $2.100 millones, expresó Zipamoncha y los recursos serían descontados del presupuesto inicial.

Delgado confirmó que uno de los cambios más notorios será que la primera fase terminará en obra gris y no negra. Por ejemplo, la mayor parte de la estructura (muros) no serán frisados y se dejará en ladrillo. Solo una parte de la fachada del modulo A se intervendría.

Las tuberías de electricidad serán terminadas con cajas, pero sin cableado y la conexión de aguas negras sera llevada a un pozo séptico, aunque no irá hasta el punto por Acusan en la calle 9 con carrera 5.

La razón de esa decisión es la tubería Santander, una de las principales de la red de acueducto del municipio, que aún permanece dentro de la sede del hospital, que está en la mitad del recorrido y en un lío jurídico para definir si es posible moverla.

Dicha infraestructura además tiene que ser renovada a PVC porque actualmente está en asbesto. El tuvo se ha roto en varias ocasiones durante el proceso constructivo a pesar de no estar en la zona de intervención, dejando a cerca del 40% del municipio sin agua.

La conexión final de las aguas sanitarias, se sumarían a los trabajos que se deberían realizarse en la segunda fase, cuyos recursos estarían garantizados a través del Pacto Funcional con $25.000 millones, en donde además de los acabados del edificio se harían obras civiles exteriores como vías y zonas de acceso.

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