San Gil y Mogotes se oponen a hidroeléctrica en el río Mogoticos
Con participación de la comunidad se desarrolló la sesión descentralizada que realizaron los concejos de San Gil y Mogotes en la vereda Cañaveral de San Gil, en donde el único tema a tratar era el proyecto de la Pequeña Central Hidroeléctrica, PCH, del río Mogoticos.
Una de las conclusiones del encuentro es que hay un rechazo generalizado a la iniciativa por parte de las comunidades y sus representantes electos, dijo José Luis Medina Zambrano, personero de San Gil.
El defensor llamó la atención sobre un hecho que aumentó el inconformismo de la comunidad y fue el abandono a mitad de la reunión de los representantes de la Corporación Autónoma de Santander, CAS, quienes se habrían retirado luego de su intervención sin escuchar las quejas, dudas y reclamos que tienen los habitantes de la zona.
Medina dijo que hay una solicitud latente a la corporación para que explique realmente cómo van los trámites administrativos del licenciamiento ambiental y sí se ha presentado algún avance en los últimos meses.
En este punto, Fabián Aguillón, concejal de San Gil, recordó que es tal el rechazó de las comunidades que hasta el momento son ellos los que no han permitido que funcionarios de la CAS hagan las visitas de campo correspondientes dentro de la solicitud de permisos presentado del proyecto.
Y es que son dos aspectos fundamentales los que hacen de la PCH un proyecto inviable para los defensores ambientales. Uno de ellos es el daño ambiental que causaría que organizaciones como la Corporación Compromiso han evidenciado, señaló Aguillón.
El papel de la CAS entonces será el de verificar si el impacto sería el que señala la empresa proponente o los que se aseguran desde las organizaciones defensores ambientales.
En cualquier caso, otro punto que tiene a la comunidad ‘levantada’ es la que denuncian ellos como una falsa socialización. Aunque en los documentos presentados a la CAS figurarían las actas firmadas por residentes, desde las veedurías ambientales se denuncia que dichas firmas se recogieron con engaños, haciendo promesas y sin cumplir con los términos reales de un proceso de socialización de esta naturaleza.
“Una socialización implica talleres, mesas técnicas, evaluar el impacto ambiental, escuchar a la comunidad y no llegar a prometer canchas sintéticas, haciendo firmar a las familias uno por uno”, dijo Aguillón.
Las dos corporaciones municipales pueden y tienen la facultad de intervenir en el proceso debido a que el proyecto iniciaría en una sección del río ubicada en la vereda Las Vegas de Mogotes donde empezaría la captación del agua y 6,3 kilómetros más abajo, en la vereda Cañaveral de San Gil estaría ubicado el cuarto de máquinas, precisó Mesa.
La PCH ha despertado una fuerte oposición en San Gil y Mogotes debido a la afectación que generaría al río Mogoticos, uno de las afluentes principales que alimenta el río Fonce y los próximos meses se esperan movilizaciones sociales para la defensa del recurso hídrico.