Edison Muñoz Camacho lleva toda una vida de formación en música, especialmente en instrumentos de cuerda. El tiplista ha sido reconocido varias veces por sus interpretaciones, como en el Mono Núñez. Esta vez le apostó al requinto y conquistó al pueblo boyacense.
El joven de 21 años se unió a la convocatoria desde la Escuela de Cuerdas de San Gil, bajo el liderazgo del maestro Diego Otero. “Me arriesgué porque la escuela es una cuna de tiple, no de requinto. Además, que se trataba de un concurso donde había mucha presencia de Boyacá, Cundinamarca y muy poca gente de Santander”.
Venció el miedo y su inspiración, Chivita, lo llevó a ser el mejor en su categoría. Su mascota, una perra pincher, lo inspiró a componer hoy el tema más importante en el concurso. ‘La cuna de Chivita’ es una obra instrumental que tiene como finalidad el sensibilizar a la gente sobre el medio ambiente, la fauna y la flora.
“Concursé contra 19 personas más. Todos muy expertos. Tuta, Boyacá, nos recibió con los brazos abiertos y pude darme cuenta que en Santander no apreciamos el arte como en otros lugares sí. Allá se mueve mucho más la cultura, hay más apoyo y pasión por la misma. Había mucha expectativa con la música andina colombiana. La participación de la gente fue masiva”, dijo Edison a Vanguardia.
