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Estos son los retos del hospital de San Gil para 2023
- Suministrada / VANGUARDIA
El 2022 fue un año de tiempos incumplidos para la obra que se adelanta en el Hospital Regional de San Gil. Hoy, en su primera fase, la obra tiene un avance del 82 % y la proyección, según el último ajuste al cronograma, es que esta parte finalice en mayo de 2023. Esto deja ver que la obra completa no se entregará en diciembre del otro año, como estaba previsto. Después de eso vendrá el proceso de contratación de la segunda y tercera fase del proyecto, en donde figuran temas como la red eléctrica del edificio y las obras civiles (vías de acceso, andenes y exteriores).
En la visita que el gobernador de Santander Mauricio Aguilar hizo esta semana al municipio dijo que los recursos ya estaban listos desde el Pacto Funcional; es decir, $25.000 millones, y agregó que el 92 % de dicho recurso está comprometido. Enfatizó en que “nosotros encontramos esta obra suspendida”.
Rodríguez Cancino, encargado desde su despacho de las obras en el departamento, explicó que la idea es dejar contratada y andando el siguiente contrato, y que ya será responsabilidad de la siguiente administración velar por su cumplimiento y entrega.
Los pendientes
El primero es el paso de la tubería de la línea Santander del acueducto por los predios del Hospital. Rodríguez recordó que en uno de los comités técnicos, la Alcaldía asumió la responsabilidad de correr la infraestructura para que quede por fuera de los predios de la institución.
Horbes Buitrago Mateus, gerente del Hospital, dijo que ha insistido a la empresa Acusan para que haga el retiro del tubo del predio porque este pasa cerca al acceso de urgencias.
Otro pendiente es qué va a pasar con la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) que por ahora es provisional, ya que, teniendo en cuenta que en los diseños iniciales del lugar, no tiene espacio para esta sala de atención y la solicitud fue negada por el Ministerio de Salud.
Buitrago expresó que ante la Secretaría de Salud de Santander se presentó un documento solicitando evaluar la construcción de la UCI junto a la planta del nuevo hospital, con la convicción de que la sala de atención intensiva quede de forma permanente en 2023.
Avances importantes
En el Hospital Regional de San se sigue trabajando en la ampliación de los servicios. Prueba de ello fue la adquisición de las dos ambulancias en las que se invirtieron $568 millones de recursos propios. De esta forma, la institución queda con seis vehículos para la prestación de servicios.
Asimismo, el Ministerio de Salud aprobó las salas de cuidado intermedio, que serían la antesala para el proceso de las UCI permanentes. Con esta adecuación, hoy se invierten cerca de $1.000 millones en la vieja infraestructura en donde hoy se prestan los diferentes servicios intrahospitalarios.
El 2022 fue un año de tiempos incumplidos para la obra que se adelanta en el Hospital Regional de San Gil. Hoy, en su primera fase, la obra tiene un avance del 82 % y la proyección, según el último ajuste al cronograma, es que esta parte finalice en mayo de 2023. Esto deja ver que la obra completa no se entregará en diciembre del otro año, como estaba previsto. Después de eso vendrá el proceso de contratación de la segunda y tercera fase del proyecto, en donde figuran temas como la red eléctrica del edificio y las obras civiles (vías de acceso, andenes y exteriores).
En la visita que el gobernador de Santander Mauricio Aguilar hizo esta semana al municipio dijo que los recursos ya estaban listos desde el Pacto Funcional; es decir, $25.000 millones, y agregó que el 92 % de dicho recurso está comprometido. Enfatizó en que “nosotros encontramos esta obra suspendida”.
Rodríguez Cancino, encargado desde su despacho de las obras en el departamento, explicó que la idea es dejar contratada y andando el siguiente contrato, y que ya será responsabilidad de la siguiente administración velar por su cumplimiento y entrega.
Los pendientes
El primero es el paso de la tubería de la línea Santander del acueducto por los predios del Hospital. Rodríguez recordó que en uno de los comités técnicos, la Alcaldía asumió la responsabilidad de correr la infraestructura para que quede por fuera de los predios de la institución.
Horbes Buitrago Mateus, gerente del Hospital, dijo que ha insistido a la empresa Acusan para que haga el retiro del tubo del predio porque este pasa cerca al acceso de urgencias.
Otro pendiente es qué va a pasar con la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) que por ahora es provisional, ya que, teniendo en cuenta que en los diseños iniciales del lugar, no tiene espacio para esta sala de atención y la solicitud fue negada por el Ministerio de Salud.
Buitrago expresó que ante la Secretaría de Salud de Santander se presentó un documento solicitando evaluar la construcción de la UCI junto a la planta del nuevo hospital, con la convicción de que la sala de atención intensiva quede de forma permanente en 2023.