Publicidad

Región
Viernes 07 de enero de 2022 - 12:00 PM

La historia que esconde el legendario camino de Jordán Sube en Santander

Visitar Jordán Sube es un viaje al pasado. Para llegar allí existe un camino que ha sido testigo de la historia y desarrollo de Santander. Fue transitado por los indígenas Guane y en su mejor momento fue una de las modernas 'autopistas' del país. Ahora, es una reliquia de gran valor histórico, deportivo y cultural.

Compartir
Imprimir
Comentarios
Visitar Jordán Sube es un viaje al pasado. Para llegar allí existe un camino que ha sido testigo de la historia y desarrollo de Santander. (FOTOS/Julio Alvarado)
Visitar Jordán Sube es un viaje al pasado. Para llegar allí existe un camino que ha sido testigo de la historia y desarrollo de Santander. (FOTOS/Julio Alvarado)

Compartir

Visitar Jordán Sube es un viaje al pasado. Para llegar allí existe un camino que ha sido testigo de la historia y desarrollo de Santander. (FOTOS/Julio Alvarado)

Recorrer este camino real puede ser una odisea para los citadinos acostumbrados a movilizarse en la comodidad de sus vehículos. A una velocidad normal, un automóvil tarda cerca de 10 minutos en recorrer 5,7 kilómetros. En cambio, caminar esta misma distancia entre Jordán Sube y Los Santos puede tomar hasta tres horas.

Los Santos se encuentra a 1.310 metros sobre el nivel del mar y Jordán a 425 metros sobre el nivel del mar. El promedio de la pendiente del camino es 17% y varía entre el 12% y el 20%.

Para quienes no están acostumbrados, son tres horas sufridas. Se debe andar bajo un inclemente sol en pleno cañón del Chicamocha, en terreno árido e inclinado. El paisaje es agreste, pero asombroso.

A lado y lado del río turbio se imponen las montañas donde crece la vegetación espinosa, adaptada a temperaturas que alcanzan los 42 grados Celsius al mediodía.

Hoy es un escenario perfecto para quienes quieren perderse de las rutinas de la ciudad y encontrar un remanso de paz, donde solo se escuchan las aves y, en algunos puntos, el murmullo de la corriente del agua que fluye al fondo de la cordillera. Los problemas se olvidan y la única preocupación es llegar al otro extremo del camino.

El lugar es una de las pistas favoritas para quienes practican 'trekking'. Atletas de la región suelen prepararse allí los fines de semana para sus competencias.

Lea: Conozca Santander: Emporio Natural, una maravilla escondida en Guapotá

Pero los verdaderos campeones son los campesinos de la región, que día a día deambulan por esta zona para labrar los terrenos y comercializar sus productos, ayudados por las recuas de mulas. Estos animales también son la salvación para quienes agotados no pueden dar un paso más y prefieren alquilarlos para culminar la travesía.

La vía '4G' de los siglos XVII, XVIII y XIX

Este camino legendario era recorrido por los indígenas que habitaron en Santander. El arquitecto Gilberto Camargo Amorocho, fiel conocedor de la red de caminos reales del departamento, cuenta que esta ruta ancestral servía a los guanes para trasladarse desde los valles de Macaregua y Butaregua, que eran áreas de producción y dormitorio en lo que actualmente es Villanueva, hasta los centros ceremoniales en Los Santos.

"Ellos tomaban el camino prehispánico, llegaban al río y subían por el filo de la montaña. Consideraban la Mesa de Los Santos como un punto para hablar con el universo, por eso allá hay tantos vestigios de sus ceremonias, incluso en algunas rocas aparecen pinturas...", comenta.

Camargo explica que tiempo después los colonizadores españoles se guiaban por estas mismas rutas, pero las fueron modificando para facilitar la movilidad de sus caballos y vacas. "Se vieron obligados a alterar el camino casi recto de los guane y empezaron a trazar la figura de 'Z' y calcularon que las pendientes estuvieran más o menos en un 15%".

Para lograr estas especificaciones técnicas, se crearon bancas falsas y muros de contención para darle fortaleza al sendero. "En el camino se pegaron piedras planas para facilitar la seguridad del animal cuando vaya bajando o subiendo. Tiene un ancho de entre 2 metros con 80 centímetros y 3 metros con 20 centímetros para que puedan pasar sin problemas las bestias simultáneamente. Era una de las vías '4G' de los siglos XVII, XVIII y XIX", señala el arquitecto.

El trazado del camino aborigen se encuentra en algunos tramos, mientras que el camino colonial fue cobrando importancia en el periodo republicano, cuando se pensó unir a Colombia a través de una red de caminos para desarrollar la economía transportando mercancía a caballo.

A estos senderos se fueron les fueron haciendo mejoras como sistemas de drenaje para que no sufrieran daños por las lluvias.

Le puede interesar: Las bellas cascadas turísticas vía San Vicente, Santander

Con la revolución comunera, Socorro adquiere un gran valor, empiezan a llegar muchos españoles adinerados, y fue nombrado capital del Estado Soberano de Santander en 1857.

Es un polo de desarrollo que debe comunicarse con el mar. Por esta razón, se fortaleció el eje vial entre Socorro, Barichara, Villanueva, Jordán, Los Santos, Piedecuesta, Pamplona... hasta el lago Maracaibo.

"Una vez aparece Geo von Lengerke y el Estado Soberano empieza a desarrollarse, se da cuenta que por Bucaramanga puede conectarse al río Sogamoso para llegar al Magdalena. Se crea Puerto Botijas por el río Lebrija, además del puerto de Marta en Girón para sacar el tabaco y los demás productos que exportaba", recuerda Camargo.

Pasado, presente y futuro

Gilberto Camargo considera que los caminos reales de Santander pueden ser ejes de desarrollo turístico dadas las características de su antropología y arqueología.

"Aún mantienen la esencia de su historia. Si usted no conoce su pasado no puede entender su presente y mucho menos proyectar su futuro".

El experto asegura que existen dos santanderes. Uno es el moderno, con nuevas carreteras para recorrer en carro. El otro es para andar a pie.

"Si usted quiere ir caminando o caballo puede tomar los senderos, donde se encuentran historias, posadas, puentes, caminos de herradura y paisajes únicos. Podemos encontrar el Santander pasado y simultáneamente estar en el Santander presente. Es como mirar fotos del pasado, es un 'Déjà vu' para entender cómo fue el desarrollo de Santander", dice.

El caminante asegura que los caminos incluso fueron esenciales para la organización de los pueblos de Santander. "Si usted sale de San Vicente hacia Zapatoca, lo más seguro es que almuerce en Betulia y duerma en Zapatoca. Los pueblos están a más o menos separados cada 35 kilómetros, que es lo que rinden las bestias y cada 17, es decir en la mitad, están los pueblos de media jornada".

Precisamente, Jordán Sube es uno de los pueblos de media jornada donde descansaban y tomaban refrigerio los viajeros que se desplazaban entre Los Santos y Socorro. "Jordán tiene una estructura lineal. Si se coge hacia la izquierda se llega a Aratoca y a la derecha se llega a Villanueva".

Por su clima cálido, Jordán era un atractivo para personas mayores con problemas de salud como el reumatismo. "Decían que al ir este pueblo no les dolía los coyunturas como hombros y codos. Con el agua tibia se sentían aliviados y empezaron a decir que el lugar debía ser como las aguas medicinales como el Jordán de Israel del que habla la Biblia. Entonces apareció el término de Jordán Sube".

El puente

Uno de los grandes atractivos de Jordán es su puente colgante, construido en 1864. Se trata de uno de los puentes emblemáticos del país, pues fue el primer peaje que existió en Colombia.

Los conocimientos que había en esa época solo brindaban a la ingeniería capacidad para hacer puentes de menos de 100 metros.

"Los investigadores de caminos buscaron rutas donde existiera un punto donde estuvieran muy unidas las orillas. Encontraron que en Jordán habían zonas planas en ambas orillas para instalar un puente de 90 metros lineales con unos buenos estribos", cuenta Gilberto Camargo.

Es decir, el puente se hizo por Jordán porque sus características topográficas lo facilitaban. "Es así como se levantó el primer puente colgante del oriente colombiano y uno de los primeros del país".

El artífice de esta obra es el arquitecto irlandés David McCormick, quien dirigió la construcción durante aproximadamente cinco años.

Destacados

*Al pueblo se le conoció por sus dones de curativos, por lo que propios y visitantes decían que el lugar debía ser como el Jordán de Israel del que habla la Biblia. Entonces apareció el término de Jordán Sube.

*Los colonizadores españoles no aguantaron las rutas guanes por lo que fueron modificando el camino para facilitar la movilidad de sus caballos y vacas. Para lograr estas especificaciones técnicas, se crearon bancas falsas y muros de contención para darle fortaleza al camino.

Elija a Vanguardia como su fuente de información preferida en Google Noticias aquí y únase a nuestro canal de Whastapp acá.

Publicado por Redacción Vanguardia.com

Publicidad

Publicidad

Tendencias

Publicidad

Publicidad

Noticias del día

Publicidad