Ha comenzado diciembre, que es, para muchas personas, no solamente la época más amable del año, sino la temporada más importante...
Región
¿Por qué se maltrata a los animales?
- ¿Por qué se maltrata a los animales? (Foto: César Flórez / VANGUARDIA LIBERAL)
- ¿Por qué se maltrata a los animales? (Foto: César Flórez / VANGUARDIA LIBERAL)
- ¿Por qué se maltrata a los animales? (Foto: César Flórez / VANGUARDIA LIBERAL)
- ¿Por qué se maltrata a los animales? (Foto: César Flórez / VANGUARDIA LIBERAL)
- ¿Por qué se maltrata a los animales? (Foto: César Flórez / VANGUARDIA LIBERAL)
En enero se disparan las ferias y fiestas en el país, y con ellas, muchas veces los casos de crueldad animal. O al menos eso es lo que han reportado los medios de comunicación en las últimas semanas, que han dado cuenta de hechos violentos contra los animales, que dan cuenta de una sociedad agresiva y sin un mínimo de respeto por la vida.
Dos de los últimos casos que más llamaron la atención de los colombianos y los defensores de animales tuvieron lugar en la costa Caribe y en Tulúa. El primero ocurrió durante una de las acostumbradas corralejas en Turbaco (Bolívar) y Buenavista (Sucre), en donde los asistentes al evento masacraron un toro y un caballo.Ver video.
El segundo caso ocurrió en el corregimiento La Marina, en donde celebraron la fiesta de los reyes en una singular y cruel “pelea de gatos”. Los felinos eran asustados por sus dueños con gritos y pólvora para que atacaran a “su oponente”.
Pese a la indignación nacional, en el caso de las corralejas estas solo están suspendidas en Sincelejo y Cereté; en esta última población el alcalde Francisco Padilla las prohibió desde hace cuatro años.
En opinión de Jorge Ricardo Reyes Villa, médico veterinario, zooctenista y director desde hace 30 años de la clínica Pequeños Animales de Bucaramanga, “seguimos guardando las maquiavélicas prácticas del circo romano en donde la sangre y el sufrimiento eran los protagonistas”.
Santander, ¿cómo trata a sus animales?
Reyes Villa ha visto a lo largo de su carrera como veterinario y especialista en ortopedia y dermatología todo tipo de maltrato contra los animales, especialmente de perros y gatos. Pero asegura que la mentalidad y comportamiento de los santandereanos han cambiado y ya se piensa más en la responsabilidad que implica tener una mascota y los cuidados que requiere.
“Hace unos 30 años no se pensaba en brindarle a una mascota bienestar, sencillamente el animal se enfermaba y se hacía fácil cambiarlo por otro. Había un dicho muy curioso que decía que el santandereano le salía más barato una bala de 38 que una consulta médica. Ya a los chicos se les ha enseñado que adquirir una mascota es adquirir una responsabilidad y, a medida que se tome así, se reflejará en el cuidado de la misma”.
Cuando de tipos de maltrato se trata, el veterinario argumenta que son múltiples las formas en las que las personas pueden hacerle daño a un animal, por ejemplo, las condiciones en las que lo tiene viviendo, es decir, no ofrecerle un lugar digno, tenerlo amarrado o bajo la intemperie; la alimentación que se le brinda y los cuidados médicos que se le ofrecen.
“Veo con mucha frecuencia el maltrato a los animales por parte de drogadictos, de gente de la calle que inclusive los ponen a consumir sustancias alucinógenas o les dan cervezas. También he visto casos en donde a los animales les colocan en la cola dispositivos de pólvora, animales heridos con disparo: en el norte de la ciudad se ve mucho este flagelo. Todos los meses llegan casos de animales agredidos”, cuenta Jorge Reyes.
Impulso animal
Otra de las formas en la que este médico veterinario ha visto la crueldad de las personas contra sus mascotas es cuando se dejan llevar de un impulso de ira, ya sea porque su perro o gato les dañó algo o lo mordió o aruñó.
“En mi especialidad, he observado muchas personas que el perro las mordió o les dañó un zapato y su reacción ha sido pegarle una patada y le fracturan un brazo, pero después viene el arrepentimiento a consultar por el daño que causaron”.
Sin embargo, Reyes Villa asegura que los santandereanos, de acuerdo con su condición social, cuidan en términos generales a sus mascotas y se preocupan realmente por su bienestar, como otro miembro de la familia.
La sobrepoblación lleva al maltrato
De acuerdo con Reyes Villa, en Bucaramanga es muy frecuente ver en las calles o veterinarias a personas que venden perros o gatos constantemente, y entonces pasan de tener una mascota como compañía o por amor y la convierten netamente en un negocio, sin importar a qué hogar llegue o cómo sea la familia que la compre.
Este tipo de prácticas ha ocasionado que haya perros callejeros , pues en muchas oportunidades las mascotas han sido abandonadas por sus amos.
“Lamentablemente no se ha hecho un control de esa sobrepoblación canina que tanto daño está haciendo. La misma condición social y que las entidades encargadas no hagan un mayor control, hace que haya muchos animales en la calle expuestos al maltrato”.
Leyes en el papel
Pese a que en el país existe el Estatuto de la Protección Animal, expedido mediante la Ley 84 de 1989, que establece: “los animales tendrán en todo el territorio nacional especial protección contra el sufrimiento y dolor, causados directa o indirectamente por el hombre”, la realidad refleja que falta mucho para que el maltrato se acabe.
Uno de los artículos importantes de esta norma dice: “Toda persona está obligada a respetar y abstenerse de causar daño o lesión a cualquier animal. Igualmente debe denunciar todo acto de crueldad cometido por terceros del que tenga conocimiento”.
Así mismo, se hace un especial llamado de atención a las personas que tienen una mascota u otro animal para que le brinden todos los cuidados necesarios.
La norma establece 25 conductas que se consideran abuso o maltrato animal y que pueden ser castigadas con multas entre 5 y 50 salarios mínimos legales mensuales vigentes y cárcel entre 1 y tres años. Estas sanciones deben ser impuestas por los alcaldes o sus delegados.
“Una persona que maltrate a un animal es alguien sin sentimientos, porque se mete con un ser inofensivo que no representa ningún riesgo para la persona, por lo que vemos que fácilmente puede hacerle daño a otro ser humano”, concluye Jorge Reyes.
Protegiendo la fauna
Pero no todo es malo. La Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, es una de las autoridades ambientales del departamento, que tiene a su cargo 13 municipios de Santander en los cuales desarrolla diferentes funciones en pro del medio ambiente y la fauna.
Una de las labores que desarrolla la Cdmb es precisamente el rescate y atención médica de la fauna silvestre y exótica que la Policía Ambiental recibe por denuncias de tenencia ilegal, que terminan en incautaciones. Los animales son llevados al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, CAV.
En el CAV trabajan tres médicos veterinarios y cinco personas encargadas de la seguridad, alimentación y aseo del lugar.
Cuando un animal llega al CAV lo primero que se hace es enviarlo a hospitalización, en donde le revisan los signos vitales, estado fisiológico, demás condiciones de salud y se deja en observación.
Tras este proceso, según la especie, pasan a cuarentena: en aves son 45 días, en primates 90 días. Allí están para poder observar si manifiestan alguna enfermedad.
Después de vivir todo este proceso y de acuerdo con las condiciones en las que haya llegado cada animal, se realiza el proceso de liberación en su hábitat natural, de donde nunca debieron salir.
“Hay animales que llegan muy pequeños o han estado muchos años en cautiverio y no se pueden liberar, porque no saben cazar, ya que toda la vida el alimento se lo han dado y podrían morir”, relata Fredy Guarguati, médico veterinario de la Cdmb.
Los animales que con más frecuencia llegan son las boas constrictor, los perezosos, las tortugas morrocoyes, los loros y los micos cariblancos y aulladores. Toda es fauna silvestre, porque es propia del país y las personas la domestican teniéndola encerrada y en condiciones no adecuadas.
“Básicamente los maltratos más comunes a la fauna son la mala alimentación por la ignorancia de no saber qué comen y el estrés en los animales por las malas condiciones de vida en la que los tienen, pues ningún tipo de fauna puede ser domesticada”, aclara Guarguati.
Si usted tiene un animal diferente a perro o gato, que sea fauna silvestre (propia del país) o exótica (animales de otros países) o sabe de alguien que lo posee, debe acudir a la Policía Ambiental quienes lo llevarán a la Cdmb para su cuidado.