Un derrumbe ocurrido el pasado 4 de julio debajo de un puente que pasa sobre el río Suárez, en la vía que de Bucaramanga conduce a Bogotá, ha obligado al cierre de un carril. En menos de dos días la mitad de una calzada ha desaparecido. El paso podría quedar completamente inhabilitado si no se interviene la situación.
El pasado sábado un pequeño derrumbe en una de las bases del puente que pasa sobre el río Suárez, en el kilómetro 23+70 de la vía Puente Nacional - San Gil, generó una emergencia vial.
A pesar de que en principio no parecía nada grave, la erosión generada por el río y el tráfico de vehículos pesados, en tan solo dos días ocasionó el hundimiento de media calzada, lo que obligó al cierre parcial de un carril.
La Unidad de Gestión de Riesgo de Santander envió una comisión a la zona para evaluar los daños e implementar el plan de acción. "Equipos de Invías analizan la situación con el fin de realizar los trabajos que permitan restablecer el tránsito".
Entre tanto, el Instituto Nacional de Vías, Invías, decidió cerrar una calzada, lo que limita la movilidad de los viajeros entre el municipio de Güepsa y Barbosa. A esta hora realizan obras de mantenimiento para detener el colapso del puente.
Testigos aseguraron que la situación es complicada, pues el río cada vez le gana más terreno a las bases del puente y lo podría hacer colapsar. "Si llega a llover, lo más probable es que el terreno ceda", manifestó uno de los usuarios de esa ruta.
Por el momento, el tráfico de vehículos pesados se mantiene, pero piden a las autoridades reaccionar para evitar que la vía Bucaramanga - Bogotá quede inhabilitada de forma permanente.