miércoles 31 de julio de 2013 - 12:01 AM

Tecnología

Bloquear el GPS está convirtiéndose en arma de guerra

Lo que en algún momento fue una curiosidad o un juego de hackers, está convirtiéndose en una verdadera arma cuyo uso tendría graves y masivas consecuencias.

Todos los días durante al menos diez minutos cerca de la Bolsa de Valores de Londres, alguien bloquea las señales del sistema de posicionamiento global (GPS) de la red de satélites local. Cuando esto sucede, los sistemas de navegación en automóviles dejan de funcionar y las ‘marcas de tiempo’ en las operaciones realizadas en las instituciones financieras pueden verse afectadas.

Esto que parece obra de poderosos enemigos económicos o militares, en realidad no son ciber-ataques de una potencia extranjera. La causa más probable, según explicó recientemente a los medios europeos Charles Curry, cuya firma Chronos Tecnología supervisa secretamente tales eventos, es un hacker que con esto esquiva los intentos de las autoridades por ubicarlo.

Más que un juego

Las señales que se emiten para causar estas alteraciones en realidad son débiles, como lo explica Curry, quien las asemeja a un bombillo de 20 vatios visto desde 19 mil kilómetros de distancia. Ahora bien, los inhibidores que causan todo este malestar se consiguen en el mercado y son baratos, pues se consiguen en Gran Bretaña por unas 50 libras (78 dólares).

Como lo han reconocido los expertos y las fuerzas policivas, estos saboteadores son una amenaza cada vez mayor. Las burbujas de ruido electromagnético que crean interfiere con los usuarios legítimos de GPS y las consecuencias de su acción no siempre son una simple pilatuna.

En algunos casos ellos logran alterar la aviación civil y neutralizar completamente las señales de telefonía móvil, también. Por esta razón en Estados Unidos está prohibida su venta y uso. En Gran Bretaña el regulador Ofcom está considerando también prohibirlos y en Australia en los últimos años las autoridades han destruido cientos de estos emisores de interferencias.

Uso militar

Y como sucede con todo elemento y especialmente con los equipos tecnológicos, muchos son los que se definen dependiendo de que caiga en buenas o malas manos, pues en estas últimas estos aparatos se convierten en verdaderas armas, al punto de que las Fuerzas Armadas de Gran Bretaña las han puesto a prueba en sofisticados campos de entrenamiento militar en Brecon Beacons, Gales.

Además, Corea del Norte ha usado versiones de estos inhibidores en grandes camiones montados para bloquear las señales GPS en Corea del Sur. Allí sí se da la versión militar de este sistema y, por ejemplo, en 2010 el ‘ataque’ de la burbuja de ruido electromagnético duró cuatro días y en 2012 lo repitieron durante 16 días en los que se reportaron interrupciones en las señales de 1.016 aviones y 254 embarcaciones.

Por eso, a las autoridades les preocupa que con esta tecnología simple y barata en manos de terroristas, se pueda fácilmente y en un instante ‘tumbar’ el GPS de toda una ciudad o de una ruta marítima. Incluso, aseguran, no se necesita nada tan grande como lo hace NorCorea pues un dispositivo del tamaño de una Maleta consigue en Internet y tiene un alcance de 300 a 1.000 metros.

Defensa con la misma medicina

Para defenderse de los ataques de los inhibidores de GPS, Corea del Sur anunció que trabaja en la implementación de una red de torres de radio de largo alcance con base en tierra, que usan una señal mucho más fuerte que el GPS, y debe dar a los pilotos de avión y capitanes de barco una alternativa más segura para el año 2016. Con la ayuda de China y Rusia, Corea del Sur espera ampliar la cobertura en toda la región.

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