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La tecnología permite que pensemos con todo el cuerpo
Los nuevos medios tecnológicos están haciendo que todas las actividades humanas se replanteen lo que fueron sus ideas y sus parámetros hasta la actualidad y el campo educativo, obviamente, es uno de los que más interrogantes debe despejar.
Los SmartPhones, los celulares y toda la suerte de medios tecnológicos que se han adaptado a los salones de clase modernos ofrecen no solamente muchos más contenidos susceptibles de conocimiento sino nuevas formas de aprender, y una de ellas, la que ahora parece la más eficaz, es la de hacerlo mediante la relación física con las materias de estudio.
Aprendizaje corporal
Esta perspectiva, que en países como Estados Unidos ya es identificada como “conocimiento corporal”, se está convirtiendo en una nueva forma de ver la tecnología educativa. El trabajo en este campo muestra signos prometedores de que los movimientos corporales pueden mejorar el aprendizaje que se hace en las computadoras.
Un ejemplo de esto lo ofrecen Margaret Chan y John Negro del Teachers College de la Universidad de Columbia, quienes han demostrado que manipular físicamente una animación de una montaña rusa y ver los cambios resultantes en la energía cinética y potencial, ayuda a los estudiantes a comprender el funcionamiento de la gravedad y la energía, de mejor manera que con imágenes estáticas o un simple texto en pantalla.
Según los autores, este enfoque, incorporado a la pedagogía en general, es especialmente útil para los estudiantes más jóvenes y para aquellos que trabajan en los problemas más difíciles. En ciencias intuitivas, como la física, aseguran, el aprendizaje corporal permite al estudiante desarrollar una “sensación” para el concepto que se está describiendo, una sensación física que es más comprensibles y convincente que un concepto que sigue siendo abstracto.
Mejores resultados
En experimentos similares, dirigidos por Insook Han, de la Universidad Hanyang de Cyber en Corea del Sur, los estudiantes aprenden sobre el concepto de fuerza mediante el uso de un joystick para mover dos engranajes que se muestran en una pantalla de ordenador.
Los estudios de Han muestran que quienes manipulan físicamente los engranajes mejoran tanto la memorización como la resolución de problemas en preguntas asociadas a la fuerza. Cuanto más rica es la experiencia perceptual proporcionada por el programa de computador, aseguran, hay mayor retención y comprensión de los estudiantes.
En términos sencillos, lo que estos científicos han descubierto con el empleo de dispositivos móviles y otro tipo de software especialmente desarrollado con fines pedagógicos, es que la experiencia física respecto del conocimiento, crea una memoria con “señales adicionales” de la experiencia que hace más fácil guardar y recordar la información recibida.
Además, como es lógico, el hecho de que comprendan por su propia experiencia conceptos complejos de materias como la física, por ejemplo, les va a dar mejores resultados en mucho menos tiempo que el de tratar de entender mediante una explicación oral, subjetiva, conceptos que tienen ocurrencia práctica en el espacio terrestre o, incluso, en espacios fuera de nuestro planeta.
Más experimentos
El principio de la experiencia tecnológica para un mejor aprendizaje, se aprecia también en
la investigación de Arthur Glenberg, de Arizona State University, en Estados Unidos.
Glenberg encontró que la comprensión lectora de los niños mejoró cuando actuaban un texto escrito, usando un conjunto de juguetes de representación y luego demostró que el mismo procedimiento funciona mucho más en una plataforma digital.
Mina Johnson Glenberg, su esposa, está tomando el mismo enfoque incorporando juegos educativos virtuales en los que el niño interviene interactuando con todo su cuerpo, con excelentes resultados.