BUCARAMANGA
Pequeñas bolsas plásticas: contaminante que sigue vigente en Bucaramanga
El Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, por medio de la Resolución 0668, del 28 de abril de 2016, prohibió el uso y comercialización de bolsas plásticas de menos de 30 centímetros en todo el país, como medida para cuidadar los ecosistemas naturales. Esta resolución empezó a regir desde el pasado 30 de diciembre.
Aunque los expertos afirman que para acatar la norma es necesario brindarles a los ciudadanos otras opciones de empaque de dicho tamaño, que sean ‘amables’ con el medio ambiente, la no comercialización y uso de este tipo de bolsas plásticas en el mercado bumangués no ha sido acatada por un gran porcentaje de los comerciantes y ciudadanos.
¿Qué se hace en Bucaramanga para reducir el uso de bolsas plásticas?
Entidades como el Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, y la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, realizan campañas para concientizar a la comunidad sobre el uso de materiales que no contaminen los ecosistemas.
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César García Gómez, ingeniero ambiental del AMB, le aseguró a Vanguardia.com que, en promedio, el uso que se le da a una bolsa plástica oscila entre 15 y 20 minutos. Mientras que su descomposición tarda cerca de 150 años.
“El impacto que causan las bolsas plásticas al medio ambiente es grande. El exceso de ellas aumentan los residuos que llegan a los basureros, ríos, mares y los ecosistemas. Los animales se las comen. También afectan la flora. Realmente no vale la pena utilizar bolsas plásticas”, indicó el ingeniero.
Por ello, el funcionario lidera una campaña que consiste en cambiar las bolsas plásticas que se dan en los supermercados de cadena del área metropolitana de Bucaramanga, por otras de materiales que permiten ser reutilizados.
“Al principio, a las personas les cuesta asumir el cambio, pero con la campaña queremos que contribuyan con la cultura del cuidado del medio ambiente. Nosotros damos bolsas impermeables, que se pueden doblar y usar varias veces, debido a su material resistente. No las tienen que desechar tan rápido como las plásticas”, señaló García Gómez.
Otra de las alternativas para reemplazar las bolsas de plástico pequeñas, según el ingeniero del AMB, es usar empaques de papel, cuya descomposición tarda entre 60 y 90 días. ¿La razón? Son hechas de celulosa.
Por su parte, la Cdmb, en alianza con el Ministerio de Medio Ambiente, realiza compañas que fomentan la reutilización de bolsas plásticas que se usan en el mercado.
Martín Camilo Carvajal, director de la entidad, le aseguró a Vanguardia.com que “se deben reutilizar aquellas que sean de alto calibre”. Es decir, los empaques que sean más gruesos y soporten mayor peso.
Sin embargo, el funcionario hizo énfasis en que los ciudadanos deben tomar conciencia sobre la necesidad de cuidar el medio ambiente. “Este es un tema cultural que nos compete a todos. Cada persona que se acerca a un supermercado debería llevar su propio empaque. Todos debemos contribuir. De hecho, antes se usaban canastos”, relató Carvajal.
¿Qué ordenó el Ministerio de Medio Ambiente?
Por medio de la Resolución 0668, del 28 de abril de 2016, el Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible ordenó implementar, en todo el país, el uso racional de bolsas plásticas y optar otras disposiciones que suplan dicha necesidad de transporte de cargas pequeñas de los consumidores.
Es decir, que ordena implementar estrategias que reemplacen su uso por empaques de menos de 30 centímetros no contaminantes.
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En la norma, que tiene como fin “proteger las riquezas naturales de la Nación”, se cita que “el uso incontrolado de bolsas plásticas en los puntos de pago de almacenes de cadena, grandes superficies comerciales, farmacias de cadena y el uso inadecuado de las mismas por parte de los consumidores, genera factores de deterioro ambiental”. Dicha ley aplica para los establecimientos comerciales que tengan un área mayor a los 400 metros cuadrados.
Por lo anterior, la Resolución ordena el control del uso de bolsas plásticas prescindibles. Es decir, aquellas cuya área sea inferior o igual a 30 X 30 centímetros, que su calibre esté por debajo de 0,9 milésimas de pulgada o que no sean suficientes para atender la capacidad de carga indicada en la bolsa.
Los empaques con las características anteriormente mencionadas deben ser reemplazados por alternativas ecológicas.
La Resolución prohíbe “abandonar, eliminar o enterrar de forma incontrolada, bolsas plásticas o fracciones de las mismas en territorio nacional. Así como acumularlas a cielo abierto, después de su uso”. También, prohíbe “distribuir bolsas prescindibles (de menos de 30 centímetros) en los puntos de pago, a partir del 30 de diciembre de 2016”.
En cambio, el Ministerio de Medio Ambiente, propone el uso bolsas reciclables, reutilizables o biodegradables. Las cuales, se transforman en materia orgánica que no impactan de manera negativa al medio ambiente.
La misma resolución indica que los establecimientos comerciales que hagan uso de bolsas plásticas, deben entregarle al consumidor un mensaje relacionado al uso racional de este tipo de elementos, indicar su capacidad de carga, calibre y recomendaciones de reutilización.
Por su parte, los consumidores deben reutilizar las bolsas plásticas y no podrán exigir unidades adicionales de las mismas.
Ideas ‘amables’ con el medio ambiente
Giovanni Velásquez Quintero, diseñador gráfico santandereano, lidera una iniciativa para la producción de bolsas a base de algodón, que no agreden los ecosistemas del medio ambiente.
Desde hace un año, se dedica al diseño, producción y comercialización de bolsas de algodón de todos los tamaños, para reemplazar los empaques de plástico, a través de su pequeña empresa.
“Utilizamos materiales orgánicos como algodón o fique. De allí sacamos diferentes telas y las convertimos en bolsas. La ventaja es que se pueden lavar y reutilizar. Lo más importante es que no contaminan y tienen diseños que a las personas les gusta”, aseguró el diseñador.
Velásquez Quintero agregó que la vida útil de la bolsa de algodón es similar a la de una prenda de vestir y su cuidado depende del uso que se le da. Su capacidad de carga oscila entre los 5 kilogramos y los 20 kilogramos y sus precios van desde $10 mil hasta $35 mil.
Por su parte, algunos propietarios de establecimientos del área metropolitana de Bucaramanga y supermercados de cadena, ya utilizan bolsas biodegradables, que se descomponen en menor tiempo sin impactar al medio ambiente.
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Aunque el ingeniero ambiental del AMB, César García Gómez, aseguró que el costo de las bolsas biodegradables es más elevado que el de las plásticas, “vale la pena pagar más para cuidar el medio ambiente”.
Vanguardia.com constató que un paquete de 100 bolsas plásticas de 30 centímetros cuesta $1.400 mientras que uno de 30 bolsas biodegradables, vale $4.500.