Tras siete meses en el puesto y un par de intentos fallidos por dejar su cargo, en la noche del jueves se conoció que Héctor Fernando García Ardila renunció a la presidencia del Atlético Bucaramanga.
El dirigente de amplia trayectoria en el sector privado, con más de 17 años en el fútbol colombiano y que llegó a reemplazar al fallecido Héctor Cárdenas,decidió dar un paso al costado, al parecer, por desacuerdos con Óscar Álvarez, dueño del equipo.
En declaraciones concedidas al programa Extratiempo, García señaló: “le presenté la renuncia al señor Álvarez pues la verdad es complicado trabajar en favor del equipo bajo algunas de las decisiones de su máximo accionista. Varias de las contrataciones, entre seis o siete, se han caído por no finiquitar rápidamente su incorporación y por diferencias económicas, que son manejables. Así es complejo armar un equipo competitivo, pues la gestión y el acercamiento con los jugadores se hace, pero si no se les define nada pues aparece otro equipo que si actúa rápido y se los lleva. Además, si los resultados no se dan de seguro la tormenta y los comentarios negativos vendrán todos para el presidente y esa situación ya me tiene cansado. La verdad, se rebosó la copa y prefiero dar el paso al costado, agradeciendo por la oportunidad brindada”.
Caras nuevas
Pese a haber presentado su renuncia, García permanecerá en su cargo por 20 días más, para terminar de cerrar las contrataciones que el club necesita para afrontar la Liga II.
Y precisamente ayer se conoció que dos nuevos jugadores se sumarán a la lista de contrataciones. Se trata de los volantes Juan Manuel Sánchez y Brayan Rovira.
Sánchez es argentino, tiene 26 años, de perfil zurdo y ha militado, entre otros clubes, en Independiente de Avellaneda, River Plate y General Belgrano. Mientras que Rovira es un joven cordobés de 20 años, procede de Envigado FC, equipo con el que disputó la Liga I.
Ambos jugadores son esperados el martes en la ciudad para presentar exámenes médicos y firmar su contrato.