Del consumo en enero, 58% se destinó a alimentos y vivienda No se sabe cuánto, pero huevo y pollo subirán
Durante el primer mes del año, el consumo en el área metropolitana tuvo un aumento de 10,4% con respecto al mismo periodo de 2014.
Así lo señaló la firma Raddar en su último informe de comprometría para el área metropolitana de Bucaramanga.
Con esta cifra, el área fue la tercera zona del país con mayor crecimiento en el consumo de los hogares después de Cartagena (14,31%) y Montería (11,65%).
No obstante, el aumento de las compras de las familias de la ciudad durante enero de 2015 fue inferior al registrado entre el periodo enero 2013/14, cuando fue de 12,63%.
La más reciente muestra de comprometría reveló que en la zona el grupo de gasto que mayor variación anual mostró fue vivienda con 11,5% frente a enero del año pasado.
Le siguieron salud y educación, con un crecimiento de 11,34% y 11,28%, respectivamente.
Para el director del Observatorio de Competitividad de la Cámara de Comercio de Bucaramanga, Horacio Cáceres Tristancho, ante la coyuntura económica que atraviesa el mundo, países como Colombia dependen aún más del consumo interno, por lo cual es normal el desempeño observado.
La ‘canasta’ de consumo
Según Raddar, del total del consumo de bienes y servicios que realiza una familia en el área al mes, el 58% es representado por alimentos y vivienda.
Así las cosas, el 42% restante debe alcanzar para vestuario, educación, salud, entretenimiento, transporte y gastos varios.
Si al porcentaje del consumo mensual para enero de los hogares en Bucaramanga se le suma transporte, este promedio aumenta a 71,9%.
Es decir, los costos de movilización, comida para la familia y el pago de la vivienda representan más de las tres cuartas partes de todos los bienes y servicios que consumió una familia en enero.
Lo que viene
La respuesta de los consumidores depende, en gran medida, de su percepción sobre el estado de la economía.
“Las señales que desde el Banco de la República se le envíen al país serán claves para entender el comportamiento de la gente. Motivar a los ciudadanos dentro de un escenario de menor crecimiento como el que vive actualmente el país será una tarea importante”, agregó Cáceres Tristancho.
Esto se da en medio de un inicio de año marcado por una menor confianza del consumidor, pues el ICC de Fedesarrollo que mide la posición frente a las compras por parte de los ciudadanos, cayó 9 puntos porcentuales a nivel nacional y más de 10% en el área metropolitana.
Con un dólar a $2.500, las materias primas del sector avícola importadas que son un 90% de su estructura de costos, serán aún más caras.
De ahí que la incertidumbre ronde al sector.
De acuerdo con Andrés Valencia Pinzón, presidente Ejecutivo de la Federación Nacional de Avicultores de Colombia, Fenavi, esta in-dustria no solamente importa maíz, sino sorgo, soya y torta de soya.
“Colombia trae del exterior más de 5.5 millones de toneladas de granos, de las cuales 3,5 millones van para los avicultores, a las que hay que aplicarles una tabla de fletes que son las más altas de la región”, agregó.
En consecuencia, según Valencia Pinzón, “muy seguramente los avicultores se verán abocados a ajustar sus precios al consumidor porque un aumento del 25% o 30% de la tasa puede generar un incremento en los costos de producción del 20 al 22%”.
Contingente no alcanzará
Otra preocupación que está rondando a los avicultores es que en el segundo semestre tendrán que pagar aranceles por el maíz, principalmente, del 16% si viene de Estados Unidos y 45% si llega de Mercosur.
El contingente con Estados Unidos es de 2.3 millones de toneladas y el sector necesita, por lo menos, 3.6 millones de toneladas, es decir, no alcanzará.
A juicio del directivo de Fenavi, “es necesario que el Gobierno piense en reducir esos aranceles, pues buena parte de esa importación no solo es avícola, sino para consumo humano”, sostuvo.