Desde la llegada de la santandereana al ‘Corralito de piedra’ los ojos del público y los medios de comunicación se fijaron sobre ella. Su cuerpo escultural, pasarela elegante, rostro perfilado y su gran carisma le permitieron a la joven estudiante de comunicación social entrar en el grupo de las cinco finalistas.
Después de cerca de cuatro horas de pasarela, baile y preguntas, el jurado tomó una decisión: Yenifer Hernández se proclamaba ante los ojos de millones de colombianos como Primera Princesa. Santander, que desde hace 15 años no tenía soberana entre las finalistas de Concurso Nacional de Belleza, celebró la victoria.
¿Qué significa representar la belleza de las mujeres de Santander?
- “Hay muchas mujeres que quieren representar a Santander. Lo lindo de nosotros es que tenemos mucha diversidad, hay morenas, hay churcas, hay muchos tipos de belleza. Agradezco que hayan visto en mí todas las cualidades para representarlos”.
¿Qué es lo más lindo de Santander?
- “Tenemos muchísimas cosas. Pero destacaría a mi gente santandereana. Somos gente trabajadora, pujante y constante”.
¿Cómo maneja la relación con los medios de comunicación?
- “Tengo que confesar que al principio le tenía mucho miedo a las cámaras. Quedaba privada y me daba pánico que me viera tanta gente. Pero ya llevo un año siendo Señorita Santander y ahora soy la Primera Princesa, logré vencer ese miedo”.
¿Cuál es el mayor estereotipo alrededor de una reina?
- “La gente cree que las reinas son brutas, que simplemente son maquillaje y tacones. Si nos equivocamos en algo lo toman de referente para burlarse de nosotras. Pero estoy orgullosa de la persona que soy, de mi departamento y de lo que represento. Deben entender que nosotras nos podemos equivocar, somos humanas. Que no busquen la perfección en una reina”.
¿Cuándo decidió que quería ser reina?
- “Cuando estaba pequeña miraba a las reinas en televisión y pensaba que yo quería estar ahí. Empecé con el modelaje desde muy pequeña. Realmente creí que esas oportunidades no se me iba a dar a mí porque hay muchas candidatas y cuando quedé fue una bendición”.
¿Qué sintió cuando fue nombrada Primera Princesa?
- “Fue un choque emocional entre la felicidad y la nostalgia. Recordé todas las experiencias que tuve que vivir en el camino, no fue fácil. Tenía miedo porque no sabía qué me esperaba. Necesité una semana para adaptarme, ni siquiera asimilaba que era la Primera Princesa”.
¿Qué es lo más lindo de ser Primera Princesa?
- “Recorrer el país y llevar nuestro mensaje de amor. Conocer los problemas sociales de nuestro país”.
¿Cuál es la responsabilidad que tiene al ser modelo a seguir de niñas?
- “Es una responsabilidad muy grande porque ahora la juventud es muy influenciable. Cuando me llega un mensaje de alguien que me dice que quiere ser como yo, me lleno de felicidad porque quiere decir que estoy dando buen ejemplo. Los sueños se pueden lograr”.
¿Cuál es su mensaje para esas mujeres que no se sienten bellas?
- “La autoestima es muy importante. Las modas y los estereotipos son pasajeros y no tienen mayor importancia. Solo importa luchar por nuestros sueños”.
¿Qué le disgusta?
- “Las mentiras y que me griten. No lo soporto”.
¿Cómo ha manejado la fama que tiene la mujer santandereana de ser brava?
- “En todas las entrevistas me dicen que somos bravas, pero yo los corrijo. No somos bravas, tenemos carácter y somos trabajadoras”.
*Foto tomada de Facebook: Yenifer Hernández.
¿Qué es lo más difícil de ser reina de belleza?
- “Cambiar los hábitos viejos por los nuevos. Y las criticas de las personas, es imposible tener a todos contentos”.
¿En Colombia hay apoyo para las reinas de belleza?
- “Colombia es un país que quiere mucho a las reinas. En un sentido monetario he tenido mucho apoyo y patrocinio. Ser reina de belleza no es tan económico ni fácil”.
¿Qué sigue después del reinado?
- “Quiero estar en una cadena de televisión y viajar por todo el mundo”.
¿Cuál es su mensaje para esas niñas que quieren ser reinas?
- “A mí muchas veces me dijeron que yo no podría ser Señorita Santander. No es lo que digan las personas, es creer en lo que uno puede lograr”.