Tres personas murieron en accidentes de tránsito en Santander
Tres personas fallecieron el pasado sábado víctimas de diferentes accidentes de tránsito ocurridos en vías de Santander.
El más reciente hecho ocurrió el sábado, en la vereda Churricas de Rionegro, donde un hombre rodó aproximadamente 300 metros y cayó a un abismo a bordo de su vehículo, un campero Nissan.
Se trata de Teófilo Gamboa Martínez, de 50 años, un agricultor, que residía en la vereda San Isidro.
Él había salido muy temprano a comprar alimento para los animales de su finca, en compañía de su hijo menor, quien era conocido en el sector como ‘Junior’.
El accidente se produjo a las 6:30 de la tarde cuando regresaban a su vivienda. Al parecer, se salió de la vía y cayó al precipicio.
Según los allegados de la familia, el hijo alcanzó a saltar del vehículo, pero su padre no contó con la misma suerte.
El hombre falleció como consecuencia de los múltiples golpes que recibió.
“La vía está en mal estado, es prácticamente intransitable, porque es muy angosta. Además cuando llueve es terrible”, manifestó un familiar de la víctima, quién hizo un llamado a las autoridades locales para que se realicen los respectivos trabajos de mantenimiento para evitar que tragedias como esta, vuelvan a ocurrir.
‘Junior’ Gamboa sufrió heridas leves y se recuperó satisfactoriamente en un centro hospitalario de Bucaramanga.
El cuerpo de la víctima será llevado a Rionegro para ser velado junto con su familia y su comunidad.
“Lo vamos a recordar con cariño, porque Teófilo era el presidente de la Junta de Acción Comunal de San Isidro, era una persona muy honorable y servicial”, señaló uno de los conocidos.
En el norte
Otro de los accidentes ocurrió el jueves, 28 de abril, en el sector de la calle 22 por la vía al Café Madrid, en el norte de la capital santandereana, donde fue arrollada María Cecilia Tibacuy, de 67 años de edad.
De acuerdo con la información suministrada por las autoridades, la mujer, que se disponía a cruzar la calle, fue impactada por un Renault 9. Debido a la gravedad de las heridas fue trasladada al Hospital del Norte.
“Le hicieron sutura en las heridas que tenía en la cabeza y le pusieron suero; pero tenía una fractura muy delicada en la pelvis que no tenían cómo atender”, comentó Ángel Antonio Forero, hijo de la víctima.
Otra familiar agregó que pasaron casi 33 horas para remitirla a otro centro asistencial, “que no había cupo en ninguna clínica ni hospital, y eso que la estaba cubriendo el Soat, que si queríamos la sacáramos por nuestra cuenta e intentáramos llevarla a otro lado. Y así lo hicimos, pagamos 113 mil pesos de una ambulancia para llevarla a La Merced, pero allá no la recibieron, que no podían, y se quedó mientras tanto en la ambulancia. Estaba consciente, se quejaba, pero no la atendían”.
Según el allegado, el conductor del vehículo “buscó un amigo con ambulancia y finalmente la pudimos llevar al Hospital Universitario de Santander, donde sí la recibieron, le hicieron exámenes y la atendieron”. En este lugar permaneció dos días, pero un paro cardiorespiratorio acabó con su vida.
El cuerpo de la mujer, antes de su velación en la funeraria La Paz, fue llevado hasta la cárcel Palogordo en Girón, para permitir que uno de sus nietos se ‘despidiera’ de ella.
En Málaga
De otro lado, el sábado en la tarde falleció Fabián Estiven Miranda Martínez, de 18 años, quién el pasado 21 de abril sufrió graves lesiones tras chocar con un volquete en inmediaciones de Málaga.
Según las autoridades, el joven se desplazaba en su motocicleta por la vía nacional Palmeras-Presidente, kilometro 34, sentido norte-sur, salía del casco urbano hacia un barrio en las afueras.
Al parecer, el vehículo de gran tamaño, que iría en carril contrario, invadió la vía para apartar a un lote y el conductor de la moto impactó contra las llantas de este.
La víctima sufrió trauma craneoencefálico y fractura en la cadera, por lo que fue trasladada al Hospital Regional García Rovira, pero debido a la gravedad fue remitida al Hospital Universitario de Santander en Bucaramanga, donde permaneció nueve días, pero pese al esfuerzo del personal médico, murió.
Miranda Martínez era estudiante de Sistemas en el Sena de Málaga y ese día, se movilizaba hacia su vivienda a almorzar, en la vereda Yerbabuena parte baja.