Serpa y su golpe demoledor al Partido Liberal
Por estos días los santandereanos, y de manera especial quienes se han iden-tificado con el liberalismo, se encuentran confundidos.
Confundidos y a la vez indignados. No entienden las posiciones y menos aún las decisiones políticas más recientes del ahora senador, excandidato presidencial, exgobernador del departamento y codirector del Partido Liberal, Horacio Serpa Uribe.
Y es que sus actuaciones particularmente en lo que tiene que ver con las próximas elecciones a la gobernación de Santander son tan contradictorias, sus declaraciones tan discordantes y sus determinaciones tan cuestionables por no decir que censurables, que no solo tienen sorprendida a la opinión pública local, sino que se identifican ya como un golpe moral y ético muy fuerte de su parte contra la colectividad roja. Golpe del cual le será muy difícil recuperarse.
Sí. Es que su apoyo absoluto al regreso de Didier Tavera a las toldas liberales, pero sobre todo su favor irrestricto a las aspiraciones electorales de este último a la gobernación, cuando sobre su nombre pesa más de una duda y existe más de un cuestionamiento, no tienen justificación alguna.
Lo anterior, sin adentrarse demasiado en el cambio de postura del mismo doctor Serpa desde su época de candidato a la gobernación, campaña en la cual enfrentó precisamente a Tavera como preferido de uno de sus más grandes contradictores políticos, Hugo Aguilar Naranjo.
Pero hay más reservas. Y son muchas.
Y no, a pesar de lo que podría pensarse, éstas no tienen en principio qué ver con los orígenes del hoy candidato oficial del Partido Liberal, si el argumento a esgrimir en estos casos es que en Colombia los crímenes de sangre no existen. Es decir, que una persona no es culpable por lo que haga o haya hecho su familia.
Sin embargo, es el pasado reciente de Tavera en las toldas de Opción Ciudadana, extinta Convergencia, y todos los cuestionamientos, sospechas y sentencias que existen sobre esa agrupación y concretamente contra su creador Luis Alberto Gil, quien también lo apoya, lo que no permite desde ningún punto de vista estar de acuerdo con el senador Serpa en quien ha designado como su candidato a la Gobernación.
En otras palabras, es esa contradicción injustificable, además de las incompatibilidades éticas y morales tan evidentes para la región entera, menos al parecer para Serpa Uribe, las que tienen estupefacta y contrariada a la opinión pública.
Opinión pública que en esta ocasión califica esta posición política de Horacio Serpa Uribe como el más reciente de sus errores. Otro más que se le debe sumar al antecedente de haber designado en su época de Gobernador a Héctor Moreno Galvis como alcalde encargado de Bucaramanga, con los catastróficos resultados conocidos por todos los santandereanos.
El doctor Horacio Serpa Uribe le debe muchas explicaciones a los santandereanos y fundamentalmente a quienes se identifican con el Partido Liberal, en vista de que los argumentos que ha esgrimido hasta el momento para justificar su respaldo a Tavera no tienen peso ni solidez alguna.
Y menos aún, si se considera la posición vertical de la excodirectora liberal Vivian Morales, quien renunció a su cargo por determinaciones como esta.
Son muchos los nombres que se han podido considerar por parte del liberalismo para otorgar su aval, que no presentarían este diccionario de problemas. Problemas en los que hay que insistir, con toda voluntad y decisión se ha empeñado en crear el codirector del Partido Liberal, Horacio Serpa Uribe.