Diferentes organizaciones sociales y ambientales conformadas por habitantes de Barrancabermeja alertan que un fenómeno poco usual se registra en la ciudad. En los últimos meses se evidencia un incremento de enfermedades gastrointestinales, dermatológicas y congénitas en la comunidad, según el registro de médicos en el Puerto Petrolero. Además, se detectó un incremento en la muerte de manatíes, tortugas y demás animales que habitan la región del Magdalena Medio.
Para la ONG Corporación por la Defensa del Agua y Territorio Yariguíes, este tipo de enfermedades y muertes están asociadas al consumo de agua contaminada con metales pesados y otras sustancias imposibles de digerir, que estarían presentes en lo cuerpos de agua que desembocan en la Ciénaga de San Silvestre.
De acuerdo con el médico Jairo Téllez Mosquera, magister en toxicología de la Universidad Nacional, los efectos de ingerir metales pesados, especialmente el mercurio, son catastróficos para la salud humana.
“Cuando el ser humano u otro mamífero consumen mercurio se produce una reacción con los líquidos gástricos. Al llegar allí, el mercurio ya deja de ser metálico y se convierte en orgánico, esto permite que se absorba en el tubo digestivo y penetre en el organismo para afectar el cerebro, el riñón y, en el caso de las mujeres en estado de embarazo, también puede afectar la placenta, con resultados desastrosos para el feto”, explicó el médicor Téllez a Vanguardia.com.
La Corporación Yariguíes afirma que uno de los responsables de esta problemática sería la empresa Rediba, encargada de la recolección de las basuras en Barrancabermeja. Esta empresa dispone los desechos en su relleno sanitario llamado Yerbabuena, ubicado en una zona de protección ambiental, a pocos metros de varios cuerpos de agua.
A través de fotos y videos, se dejó en evidencia que dicha empresa de aseo no le estaría dando el debido tratamiento a los líquidos expedidos por las basuras, más conocidos como lixiviados. Este contaminante se estaría filtrando por los caños aledaños al basurero y que desembocan en la ciénaga de San Silvestre, el principal afluente utilizado por el acueducto para brindar agua potable a los cerca de 300 mil habitantes de Barrancabermeja.
El decreto presidencial 838 de 2005, sobre disposición final de residuos sólidos, reglamenta en su artículo 6 que no está permitida la localización, construcción y operación de rellenos sanitarios en áreas ubicadas a menos de 500 metros de pantanos, humedales o en general fuentes hídricas superficiales. Esta norma no es cumplida por Yerbabuena, dado que el caño más cercano se encuentra a 360 metros y surte de agua a los habitantes de la vereda Patio Bonito.
Además, una imagen aérea suministrada por la Corporación Yariguíes demostraría la presunta violación de la licencia de construcción y manejo por parte de Rediba al invadir presuntamente territorio fuera del perímetro otorgado.
Vanguardia.com intentó comunicar. en reiteradas oportunidades en las últimas semanas, con la gerente de Rediba, Liliana Patricia Forero Cala, para obtener su versión de estas irregularidades, pero no obtuvo respuesta.
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¿Efectos en la salud de la comunidad?
Según el pediatra del Hospital Regional del Magdalena Medio y líder ambientalista, Yesid Blanco, en la ciudad se registró el pasado febrero un caso de anencefalia en un recién nacido, una anomalía congénita que afecta el tejido que crece en el cerebro y la médula espinal. Esta patología, según el médico, es causada por dos motivos: la deficiencia de ácido fólico en las madres en gestación y la presencia de contaminantes en el agua como el mercurio y otros metales pesados tóxicos.
“La madre de este bebé no tenía ninguna deficiencia de ácido fólico, así se registró en todos los controles que se le realizaron durante el embarazo. Así mismo, su trabajo no tiene ninguna relación con la manipulación de químicos, por lo que la anencefalia de su hijo podría estar ligada al consumo de agua contaminada”, afirmó Yesid Blanco.
Sin embargo, la Alcaldía de Barrancabermeja aseguró que no se puede culpar al agua por un solo caso de anencefalia registrado en humanos.
“Sería irresponsable decir que sí hay una relación directa entre la calidad del agua y la malformación en el bebé de la señora. No hay una ruta de casos reiterativos que nos indique que eso sea así”, aseguró Marcela Navarro, funcionaria de la Dimensión de Salud Ambiental de la Secretaría de Salud de Barrancabermeja.
A su vez, Navarro dijo que “es necesario aclarar que el agua que toman los barranqueños no tiene mercurio. Por tanto, es imposible que se registre anencefalia en un humano por consumir agua potable, ningún estudio ha demostrado eso”.
La comunidad de Patio Bonito no solo se queja por la contaminación de las fuentes hídricas localizadas en el sector, de las que se abastecían desde hace más de 30 años debido a que no tienen acueducto; también expresan que las enfermedades respiratorias, gastrointestinales y dermatológicas han aumentado desde la apertura del relleno sanitario.
“Mis vías respiratorias se han visto gravemente afectadas. Ese olor que sale del basurero hace que nos dé un dolor agudo en la nariz que luego se convierte en una jaqueca insoportable”, aseguró Graciela Rojas, líder de la vereda Patio Bonito.
Autoridades nacionales dicen que hay un grave impacto ambiental
El pasado 9 de marzo, la Procuraduría General de la Nación realizó una “inspección ocular” en la Ciénaga de San Silvestre para conocer de primera mano la situación de contaminación por metales pesados en el principal cuerpo de agua de Barrancabermeja. Tras dicha visita, reconoció que efectivamente hay un grave impacto ambiental.
El Ministerio Público se refirió también sobre la presunta responsabilidad del relleno sanitario Yerbabuena como causante de la contaminación del agua, y afirmó que verificarán la legalidad en la expedición de las licencias ambientales de los rellenos sanitarios construidos en zonas de preservación ambiental registradas como protegidas.
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Por su parte, la Corte Constitucional, en su calidad de protectora de los derechos fundamentales, evidenció la situación en la vereda de Patio Bonito y en 2015 ordenó a la Alcaldía de Barrancabermeja contratar tres carrotanques para que les llevaran agua potable. No obstante, esta medida, si bien suple una necesidad, no soluciona el problema real, pues los animales y cultivos de la vereda deben consumir del agua presuntamente contaminada.
Se deben hacer más estudios
La presencia de dichos metales en el agua que presuntamente consumen los barranqueños fue materia de investigación por parte un grupo de ingenieros ambientales de la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga en abril del 2015, contratados en la administración del entonces alcalde Elkin Bueno. Allí midieron la calidad del agua cruda (sin ningún tratamiento) en 10 puntos diferentes de la Ciénaga de San Silvestre.
El coordinador del Laboratorio de Estudios Ambientales de la UPB Bucaramanga y encargado del estudio en cuestión, Diego Blanco Arenas, reconoció a Vanguardia.com que en algunas de las muestras se registró un incremento en los niveles de amonio, mercurio, plata y fenoles que no cumplen con la legislación vigente para uso de agua doméstica. Pero, en general, “la contaminación de la Ciénaga San Silvestre se considera baja a media, con presencia de materia orgánica generada por las descargas residuales del caño El Zarzal y vertimientos en el sector urbano como el Boston; no obstante, según estudios realizados, sus aguas son aptas para el consumo humano con el tratamiento convencional previo”.
En cuanto a las causas de los incrementos en los niveles de estas sustancias contaminantes, Diego Blanco expresó que, de momento, no se tienen hipótesis, “para esto, se deben realizar estudios más detallados, no solo sobre el cuerpo de agua, sino sobre toda la cuenca”.
La CAS y la Alcaldía de Barrancabermeja respondieron
En diálogo con Vanguardia.com, el director (e) de la CAS, Juan Gabriel Álvarez García, afirmó que desde la Corporación emitieron una orden de suspensión de la licencia para Yerbabuena el 25 de noviembre de 2015 como medida preventiva ante las denuncias de contaminación hídrica, pero el entonces alcalde de Barrancabermeja, Elkin Bueno, ordenó reabrirlo el 17 de diciembre de 2015 bajo el decreto 314, en el que declaró la emergencia sanitaria porque no había otro lugar para disponer las basuras, pues el relleno La Esmeralda fue clausurado en 2014.
“Nosotros hemos hecho los seguimientos correspondientes, y como autoridad ya actuamos al decretar el cierre del relleno de Rediba. Llevamos unos procesos donde vamos a sancionar administrativamente a los responsables de esta situación”, aseveró Álvarez García.
A pesar de que la CAS ordenó la suspensión de Yerbabuena, fue esta misma entidad la que el 27 de noviembre de 2014 le otorgó la licencia ambiental a Rediba para la construcción de dicho relleno.
Frente a esta contradicción, Juan Gabriel Álvarez expresó que efectivamente la CAS, encabezada en ese momento por Flor María Rangel, autorizó a Rediba porque cumplía con las normas ambientales.
“Yo no puedo decir nada porque las autoridades que indagan por las presuntas irregularidades son las competentes para decir si se hizo bien o se hizo mal en permitir el uso de ese terreno. Nosotros solo nos encargamos de la parte ambiental y estamos investigando eso”.
De igual forma, el director encargado expresó que están indagando por la presunta expansión del relleno sanitario por fuera del límite territorial permitido en la licencia.
Respecto a la situación de emergencia sanitaria que ya se ha prolongado por un año y tres meses, el actual alcalde, Darío Echeverry Serrano, le dijo a Vanguardia.com que es necesario separar la problemática del relleno sanitario de Rediba de la situación de la Ciénaga, pues para él, el causante da la contaminación del agua es el antiguo relleno La Esmeralda, que ya fue cerrado pero no cuenta con una planta de tratamiento de lixiviados.
Sin embargo, el Alcalde de Barrancabermeja propuso realizar un estudio para determinar con exactitud cuáles son los niveles de metales pesados en el agua de San Silvestre y qué lo está causando.
En cuanto al punto de Yerbabuena, Echeverry le hizo un llamado a la CAS para que, además de suspender, revoque la licencia de este relleno sanitario y así proceder con la investigación y tomar las medidas necesarias para disponer de las basuras en otro lugar; pero que, de momento, debe mantener el decreto de emergencia sanitaria porque llevar las basuras a otro municipio implicaría un aumento en la tarifa para los usuarios.
“A Aguachica, Cesar, no podemos llevar las basuras porque no hay cupo; mientras que en La Dorada, Caldas, sí hay cupo, pero nos tocaría cobrarles a los usuarios ese traslado y eso se traduciría en un aumento de la tarifa entre $7 mil y $10 mil (…) Si la licencia queda revocada yo tendría los argumentos jurídicos para declarar la emergencia y llevar a otro sitio las basuras, que en este caso sería La Dorada. Nosotros ya haríamos un esfuerzo financiero para que los usuarios no tuvieran que pagar dicho traslado”, puntualizó el Alcalde del Puero Petrolero.
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La comunidad pide a las autoridades que actúen lo más pronto posible frente a esta situación que ya no da más espera, pues independientemente de si el problema del agua está relacionado o no con el relleno sanitario, la calidad de vida de los barranqueños se ha visto afectada.
“Hay una niña con un problema gastrointestinal que se le convirtió en una diarrea aguda, y los médicos determinaron que es por la contaminación del agua. De igual forma, hay otro niño con manchas y broto en su piel”, comentó Graciela Roja, líder de la vereda Patio Bonito, donde quede el relleno sanitario de Rediba.