Geometría que exalta la belleza de la intensidad cromática Un código geométrico que exalta la compleja belleza de la intensidad cromática
En ‘40 y 6 años de creación artística’, el maestro Morales, nacido en la Ciudad del Socorro, Santander, se mantiene fiel a su estilo, y nos ofrece un recorrido por lo mejor del arte abstracto geométrico. Esta muestra es testimonio de los alcances y la profundidad de este estilo de pintura y de la experiencia del artista, su dominio de la técnica y el buen uso de los materiales, y exhibe, además, una composición equilibrada, color y ritmo ajustados, un peso visual que sorprende por su sencillez y la textura justa en sus superficies, y logra entregarnos obras de gran factura.
Es sabido que el proceso de creación y ejecución del arte abstracto geométrico es muy difícil, sobre todo porque atiende a principios matemáticos y no hace referencia a realidades externas, no busca representar la naturaleza, no recurre a simbolismos ni hace narración explícita de entornos sociales ni subjetividades individuales. Es por lo general una búsqueda del orden matemático, en que el horizonte que se impone es el de volver objetiva la realidad no figurativa. Quiere decir esto que las principales herramientas de un pintor abstracto geométrico son las líneas, los rectángulos, triángulos, circunferencias y las tensiones y equilibrios que el artista disponga, y si bien esto en apariencia no tiene nada que ver con las necesidades humanas de todos los días, se vuelven una gran conclusión cuando se convierten en arte, y ese es el caso de las obras del maestro Morales, en las que podemos hallar la particularidad bajo la realidad, al tiempo que expresan la armonía profunda de la creación estética.
Pero hay todavía mucho más en las obras que el maestro Morales nos presenta en esta oportunidad, y que solo una persona de su talento –y que ha trasegado cuarenta y seis años en la actividad artística– nos puede ofrecer. El artista toma unos riesgos bien calculados y se aproxima a darnos, sutilmente, referencias contextuales extrapictóricas, sin comprometer su obra, su estilo ni su lenguaje. Se aproxima a una fusión delicada y etérea entre la abstracción lírica y la abstracción matérica, con una presentación bien cuidada, sin ser tan evidente, dejando que sea el espectador quien forme los significados y los simbolismos que desea, mientras lo dota de herramientas nuevas de diálogo, que pocas veces son ofrecidas a quien observa estas obras, pertenecientes al abstraccionismo geométrico.
El primer elemento es la referencia del color. Una paleta pura a partir de los colores amarillo, azul y rojo, complementados con el verde y el negro. Ya desde aquí la referencia posiblemente puede insinuar los colores de la bandera colombiana, y desde allí este espectro se ve enriquecido por las visiones particulares que los espectadores puedan tener de su país. Es necesario resaltar que el trabajo pictórico a partir de colores de alta intensidad cromática es en extremo difícil, pero el maestro Morales logra ajustarlos de tal manera que es capaz de descubrirnos la belleza oculta y compleja de una paleta con estas características, evitándonos una agresión visual y, por el contrario, mostrándonos la armonía subyacente.
El segundo elemento es la inclusión de texturas, como tierras, y particularmente laminillas de papel oro, que, junto a figuras geométricas propias de diseños indígenas, podrían sugerir aspectos de riqueza ancestral y situar el conjunto de obras según las particulares visiones de los espectadores, justo en la esencia misma de la nacionalidad colombiana.
El tercero y último elemento de referencia tiene que ver más con la disposición geométrica que permite que el espectador pueda relacionar su apreciación con el planeamiento urbano, especialmente en la construcción arquitectónica. La búsqueda de la armonía geométrica planteada aquí y los resultados tan equilibrados que las obras muestran podrían estar invitándonos a reflexionar seriamente sobre este tema.
En conclusión, esta exposición es una excelente muestra de talento y la certeza definitiva de un maestro con gran conocimiento de su quehacer artístico, teniendo en cuenta que es de los pocos artistas en el ámbito regional que se ha mantenido fiel a un lenguaje tan complejo y difícil como el abstraccionismo geométrico. Felicitaciones, maestro, por sus ‘40 y 6 años de creación artística’.