Bucaramanga
Santandereanas narraron el pánico que se vivió con el terremoto en México
El sismo más fuerte que se ha sentido en México en los últimos 100 años ya ha dejado más de 50 muertos, un número indeterminado de heridos y millones de dólares en pérdidas. Vanguardia.com contactó a dos santandereanas que viven en el país azteca para que narraran lo que sucedió en la noche del pasado este jueves.
Nathalia Lucía Castro Bonilla nació en Bucaramanga hace 23 años, estudió medicina en la Universidad Autónoma de Bucaramanga, Unab, y hace tres meses decidió irse para la Ciudad de México a realizar su internado.
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En la noche del jueves, a la hora que ocurrió le sismo, la joven médica se alistaba para dormir luego de un día pesado en la Cruz Roja donde trabaja. Estaba en su casa. Allí vive junto a una compañera argentina, en un tercer piso.
“Estábamos en pijama cuando empezó a sonar una alarma muy fuerte. Ninguna de las dos estábamos seguras de qué pasaba. Nos dijeron que en México, cuando tiembla, suena una alarma cerca de 20 segundos antes”, explicó Natalia a Vanguardia.com.
Según su relato, todo empezó a moverse con mucha fuerza, por lo que Natalia y su amiga tomaron lo que tenían a la mano, agarraron al gato y salieron como estaban, al igual que decenas de sus vecinos.
“Como en Santander tiembla seguido uno está acostumbrado y no se asusta tanto. Alcancé a ponerme algo, pero al ver la intensidad y los nervios de los demás, comencé a angustiarme bastante”, explicó Castro.
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Esta santandereana manifestó que vio múltiples destellos en el cielo y sintió en un momento que algunas estructuras pesadas cercanas podían desplomarse.
Natalia recuerda el sismo que ocurrió el 10 de marzo de 2015 en Bucaramanga. “Ese día la fuerza del temblor fue menor, pero la desorganización fue mucho mayor. La gente está más preparada en México, quizás porque ya vivieron una situación similar en 1985”, dijo Natalia.
La santandereana también manifestó que a la Cruz Roja donde ella trabaja, llegaron personas en estado de pánico pero ninguna lesión de gravedad.
Bumanguesa acostumbrada a sismos
Muy cerca de la Ciudad de México, en el estado de México, vive Sonia Gamboa. Es santandereana, tiene 29 años y hace un año y medio se fue al país 'manito' a estudiar una maestría en mercadotecnia.
Sonia ya estaba dormida cuando ocurrió todo. Sin embargo, cuando comenzó el sismo, la intensidad la obligó a despertarse. “La cama se movió con mucha fuerza. Pero como uno en Bucaramanga se acostumbra a los temblores, no pensé que fuera grave”, indicó Gamboa.
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Lo único que hizo fue revisar las redes sociales y de inmediato se dio cuenta que había sido fuerte. Las autoridades advirtieron que podía haber réplicas y que había alerta de tsumani en la costa pacífica.
“Donde estoy, no sonaron alarmas, pero sí sé que en la Ciudad de México sonaron. Yo me volví a acostar y cuando me levanté tenía muchas llamadas y chats de personas preocupadas por mi. Hoy he estado contestando el teléfono y mandándoles mensajes de tranquilidad a todos familiares y amigos”, concluyó Sonia.