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El susto de 'Timochenko' y otras anécdotas de la firma de la paz en Cartagena
La televisión registró, en vivo y en directo, tal vez el último gran susto que el máximo jefe de la guerrilla se llevó en su vida por cuenta de los sonidos de la guerra.
Aún sobresaltado y con cara de sorpresa, el líder de las Farc esbozó una leve sonrisa y solo atinó a decir: "Bueno, esta vez venía era a saludar la paz y no a descargar bombas".
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El vuelo de las aeronaves asustó también a los presentes, quienes por varios segundos quedaron en silencio. Todos los miembros de la delegación de paz de las Farc, donde estaban presentes 'Iván Márquez' y 'Rodrigo Granda', quedaron atónitos.
Luego de la intervención del líder guerrillero, el presidente Juan Manuel Santos se apartó brevemente de su discurso y se refirió al sobrevuelo de los aviones supertucanos en el cielo de la capital de Bolívar.
"Efectivamente, esos aviones le daban un saludo a la paz", le dijo el Jefe de Estado a 'Timochenko' mientras sonreía.
Esa fue solo una de muchas anécdotas de una jornada que Colombia nunca olvidará.
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La primera corrió por cuenta del servicio metereológico del Ideam, que en las horas de la mañana previó un día soleado y despejado en Cartagena. Pero poco después del mediodía un fuerte aguacero cayó sobre gran parte de la ciudad, amenazando la logística de la ceremonia, prevista en un espacio a cielo abierto.
Ya cuando el acto protocolario comenzó, los millones de colombianos que lo observaban por televisión y portales de internet se quedaron por momentos sin saber lo que ocurría, pues el audio de la señal oficial fue intermitente durante más de 15 minutos.
Pero la fiesta de la paz no podía detenerse y fue así como llegaron los momentos más esperados. Después del discurso del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, el turno era para Rodrigo Londoño, máximo líder de las Farc.
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Al bajar desde el lugar donde se encontraba hacia el atril, 'Timochenko' tropezó y trastabilló. Los asistentes y los televidentes contuvieron el aliento por un segundo.
Pero el momento más emocionante de su discurso llegó después de diez minutos de reflexiones sobre lo ocurrido en el conflicto y las lecciones históricas que deja. Con voz firme, 'Timochenko' dijo las palabras que durante largo tiempo esperaron miles de colombianos, incluídos los que promueven el NO en el plebiscito: "En nombre de las FARC-EP ofrezco sinceramente perdón a todas las víctimas del conflicto por todo el dolor que hayamos podido causar en esta guerra".
Espontáneamente, los 2.500 asistentes a la ceremonia rompieron en un aplauso atronador, muchos se pusieron de pie y un coro se levantó entre la multitud: "¡Sí se pudo... Sí se pudo!"
El presidente Santos habló después de referirse al susto que causaron los aviones. Y lo hizo con una energía que pocas veces se le suele ver en su estilo protocolario y aplomado.
Comenzó recordando las estrofas del himno nacional: "En surcos de dolores la Paz gemina ya", dijo con un grito de victoria. A partir de ese momento el jefe de Estado pronunció el que, sin duda ha sido el discurso más emotivo e importante de toda su vida política.
Después de darles la bienvenida a la democracia a los guerrilleros de las Farc, el jefe del Estado hizo una invocación al perdón y dio gracias a Dios. Pero en la parte final de sus palabras la emoción se le desbordó en lágrimas. Abajo, en la primera fila, su eposa, Clemencia de Santos, ya llevaba mucho rato llorando, al igual que muchos otros de los asistentes.
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Minutos antes de terminar, el coro de niños que estaba listo para interpretar el Himno a la Alegría con la Filarmónica de Colombia se confundió y empezó su canto antes de tiempo. Fue solo un breve lapsus que el público saludó con más aplausos. Al final de su discurso, ahora sí con los niños organizados en la escalinata del centro de convenciones, la música sonó.
Santos y Timochenko se levantaron de sus sillas y etrecharon las manos que ofrecían desde el público. Una nueva revista aérea cruzó el cielo. Esta vez los jefes de la guerrilla no se asustaron. Y la paz con las Farc quedó firmada.
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