El camino del sabio
“Es distinto ser sabio a ser astuto y es también distinto ser empresario a ser negociante”, me decía el profesor. Estábamos estudiando casos de empresas y de liderazgo. El profesor nos quería mostrar los perfiles de aquellas empresas que sobrevivían los ciclos económicos y de buenos ejemplos de liderazgo. Aun no se hablaba en aquella época de los principios de sostenibilidad, de aquello de que la empresa exitosa no debe cuidar solo sus variables económicas sino las sociales y las ambientales.
Los estudiantes influenciados por nuestra juventud, teníamos cierto sesgo hacia el líder carismático, aquel que salía siempre en prensa y que no escatimaba elogios para sí y su compañía. El Profe pacientemente trataba de apaciguar nuestros ímpetus. Nos hablaba de palabras como servicio, humildad, legado, largo plazo, comunidad, responsabilidad, mayordomía. Insistía en la necesidad de esperar los tiempos y daba ejemplos de la agricultura, de lo arduo que es sembrar, abonar y del sin numero de variables que no controlamos, lo que hace que la cosecha no esté siempre garantizada.
“No se dejen engañar del astuto, él solo persigue su propio beneficio, ese siempre buscará hacer negocios, nunca le interesara incurrir en la ardua labor de construir empresa porque dejar legado implica sacrificio” insistía el Profe. Luego vinieron los debacles de la Bolsa, la caída de Enron y la crisis mundial. Hoy somos testigos de líderes que se resisten a dejar el poder y parece ser que nos están ganando la partida los astutos.
El pasaje bíblico del libro de Santiago nos dice: “Si ustedes son sabios y entienden los caminos de Dios demuéstrenlo viviendo una vida honesta y haciendo buenas acciones con la humildad que proviene de la sabiduría, pero si tienen envidias amargas y ambiciones egoístas en el corazón, no encubran la verdad con jactancia y mentiras, pues la envidia y el egoísmo no forman parte de la sabiduría que proviene de Dios…sin embargo la sabiduría que proviene del cielo es, ante todo, pura y también ama la paz; siempre es amable y dispuesta a ceder ante los demás. Está llena de compasión y de buenas acciones. No muestra favoritismo y siempre es sincera.” A mi Profe le hubiera encantado enseñarnos sobre el caso de la renuncia del Papa Benedicto XVI, sin duda sería un buen ejemplo para ilustrarnos acerca del camino de la sabiduría.