La debacle de los partidos tradicionales
Lo de ayer, cuando los resultados relegaron a sus candidatos al quinto y sexto puesto, es la evidencia de que estas colectividades agotaron las expectativas de los electores y que lo que sigue para el país si no se someten a una reingeniería es el reagrupamiento de liberales y conservadores pero en otras organizaciones, tal como pasó con el Partido de La U, Cambio Radical y el Partido Verde.
Los partidos tradicionales quedaron reducidos a su mínima expresión, casi peleando el umbral con candidatos que tuvieron muy poca intención de voto en las encuestas y ahora, dados los resultados, cuentan con pocas posibilidades de entrar a negociar alianzas de cara a una segunda vuelta presidencial, pues a decir verdad muchos de sus seguidores ya estaban en otras campañas.
¿Qué pasó?
Varias pueden ser las explicaciones de este revés. En el Partido Liberal si bien Rafael Pardo era un candidato con buen perfil, no tiene carisma y además dentro de la colectividad, hubo profundas divisiones para apoyarlo.
La senadora Piedad Córdoba fue de las primeras en reaccionar ayer a través de su Twitter y dijo: 'La era Cesar Gaviria en el Partido Liberal terminó de la manera más vergonzosa... Es hora de un cambio ya'.
Algo similar ocurrió con Noemí Sanín en el conservatismo, donde al final su fuerza política quedó diezmada por cuenta de los tránsfugas que se fueron a las toldas santistas.
Igual suerte corrió el Polo Democrático, aunque su candidato Gustavo Petro al final tuvo un repunte, a pesar de la división que también había con la derrota de Carlos Gaviria en las elecciones internas.
Los debates sí influyeron
Otro factor que influyó definitivamente fueron los debates. Los candidatos se encargaron de evidenciar incongruencias del candidato Antanas Mockus y aunque a Juan Manuel Santos en varias oportunidades le recordaron el tema de los falsos positivos, pesaron más las críticas a Mockus.
Hay que reconocer, sin embargo, que Germán Vargas Lleras y Gustavo Petro supieron capitalizar sus fortalezas y eso se vio reflejado en los resultados.
Tampoco se puede dejar a un lado el ambiente de triunfalismo que reinó en las redes sociales a través de las cuales Mockus parecía tener la Presidencia asegurada. Definitivamente, los fans del Facebook y del Twitter no se tradujeron en votos.
Con este panorama, los partidos tradicionales llegaron a esta primera vuelta bastante afectados, mientras que las otras colectividades como Cambio Radical y el Polo Democrático, con sus candidatos en el tercer y cuarto puesto, tienen alguna ventaja para negociar alianzas para la segunda vuelta.
¿Qué sigue?
Aunque a los conservadores no les fue bien con su candidata Noemí Sanín, tienen una buena posibilidad de permanecer en la gran coalición uribista tal como lo han hecho en estos ocho años de gobierno.
Para Cambio Radical podría ser fácil respaldar a Santos, puesto que vienen del mismo uribismo, aunque Germán Vargas Lleras inicialmente afirmó que no le diría a sus seguidores por quién votar.
Otra cosa le espera al liberalismo, que aunque muchos de sus simpatizantes se adelantaron con Santos (como ocurrió en Santander), ello no significa que oficialmente Rafael Pardo como candidato y como presidente de la colectividad formalice una adhesión, en especial por la diferencia de ideologías, aunque no podría descartarse algo así, teniendo en cuenta que los rojos llevan 12 años lejos del poder.
Lo que sigue para el país es la consolidación de una gran fuerza uribista en torno a Juan Manuel Santos, donde posiblemente estarán Cambio Radical y el Partido Conservador.
La fuerza opositora por ahora podría estar liderada por el Partido Verde, teniendo en cuenta el segundo puesto en votos de su candidato. En ella podría estar el Polo, sólo si se superan las diferencias que se evidenciaron con Petro durante el debate electoral y Pardo si logra convencer al liberalismo.
Por ahora, los resultados contundentes fortalecen al uribismo y de seguir la tendencia, los partidos tradicionales podrían quedar relegados a simples vertientes dentro de estos dos grandes bloques que están reconfigurando el mapa político del país, pues es matemáticamente evidente que sus candidatos ya no alcanzan las votaciones de antaño. (ver línea de tiempo)
línea de tiempo
Votaciones de los partidos en las presidenciales
1998
Segunda vuelta
Partido Conservador (Andrés Pastrana) 6.114.752
Partido Liberal (Horacio Serpa) 5.658.518
2002
Primero Colombia (Álvaro Uribe) 5.862.655
Partido Liberal (Horacio Serpa) 3.512.77
Polo Democrático (Lucho Garzón) 680.245
2006
Primero Colombia (Álvaro Uribe) 7.397.835
Polo Democrático (Carlos Gaviria) 2.613.512
Partido Liberal (1.404.235)
Alianza Social Indígena (Antanas Mockus) 146.583