Bucaramanga
Se pinchó la ciclorruta a la UIS en Bucaramanga
Desde diciembre pasado están suspendidas las labores de construcción de la ciclorruta que conectará al Parque Los Niños con la UIS. Adecuaciones en redes de servicios públicos y conflicto del trazado con varios accesos vehiculares a negocios y residencias, son algunas de las imprevisiones que tienen paralizado este proyecto. Expertos cuestionaron su falta de planificación.
Aunque la Alcaldía prometió a los bumangueses “entregar a finales de 2017 los primeros 2,6 kilómetros de carriles exclusivos para la circulación de bicicletas”, hoy existe incertidumbre sobre cuándo se entregará oficialmente esta obra a la ciudad, pues las labores de construcción se suspendieron por tiempo indefinido.
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Dado que deben ejecutarse trabajos adicionales, por no contemplarse en el proyecto inicial, construir la ciclo-banda entre la sede principal de la UIS y el Parque Los Niños no solo tomará más tiempo de lo proyectado, sino que acarrearía más costos para su culminación.
El atraso de este proyecto es tal, que aun no se ha iniciado la intervención del asfalto, es más, ni si quiera se ha hecho la segregación del carril exclusivo, sobre uno de los tramos más extensos que tendrá esta ciclorruta, la carrera 28 entre calles 14 y 21. En un recorrido efectuado por este trayecto, se apreciaron diversas redes de servicios públicos que también necesitarían de algún tipo de intervención.
Las cuatro imprevisiones
De acuerdo con lo consignado en el Acta de Suspensión del Plazo de este proyecto, firmada el pasado 29 de diciembre por el Municipio, contratista e interventoría, existen cuatro pendientes que deben resolverse, antes de poder reanudar las obras:
1. “…sobre la carrera 30, tramos 3 y 5, se derivan modificaciones en redes eléctricas, alumbrado público, alcantarillado y acueducto, que no están totalmente definidas, requiriéndose de su respectiva revisión y ajustes”, cita dicho documento.
En el recorrido que Vanguardia Liberal realizó se pudo evidenciar que, sobre la carrera 30 entre calles 30 y 32, existen cubiertas del sistema de acueducto y de telefonía fija que requieren restauración. Sumado a esto, en la zona se halló una caja de servicio de comunicaciones que podría interferir con el trazado de la ciclorruta.
2. “Las modificaciones realizadas a los perfiles viales de los tramos 3 y 5, afectan el diseño que Alumbrado Público inicialmente planteó y aún no ha sido entregado el diseño actualizado (...); dar continuidad con las actividades sobre estos tramos generaría que a futuro la canalización para la red de alumbrado afecta los acabados”, según el Acta.
En la visita de campo se comprobó que actualmente existen varios tubos y cables expuestos a la intemperie, que forman parte del sistema de alumbrado; redes que aún no han sido readecuadas ni canalizadas.
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Pese a lo encontrado, la Secretaria de Infraestructura, Fany Arias, afirmó al respecto: “Lo de las redes de electrificación ya está solucionado, de acueducto no hay y solo resta el tema de aguas lluvia”.
3. “…el manejo de aguas lluvias requiere el uso de los sumideros existentes en la vía, los cuales no están en buenas condiciones y deben ser reconstruidos, actividad no prevista y que requiere trámite ante Empas para su respectiva aprobación (…)”, indica el oficio.
En dichos tramos existen dos sumideros que deberán ser intervenidos, trabajos que tampoco se han iniciado aún. Fuentes oficiales de la Empresa Pública de Alcantarillado de Santander (Empas) le aseguraron a esta redacción que una de estas estructuras debe ser objeto de reconstrucción y la otra de traslado, costos que, según Empas, deben ser asumidos por el proyecto.
A pesar de esto, la Secretaria de Infraestructura aseguró: “quedaba pendiente el tema de aguas lluvia por un sumidero, pero ya se solucionó con Empas. Las obras las estaremos reiniciando a mediados de esta semana. Estos trabajos no generarán costos adicionales para el proyecto. Calculo que dentro de unos dos meses ya estaríamos haciendo entrega de la ciclorruta; actualmente este proyecto registra un avance cercano al 30%”.
4. “Se requiere definir por parte de la Secretaría de Infraestructura la propuesta para sortear el paso de bicicletas en la calle 32 con carrera 27 (…); situación que requiere un tiempo prudencial dado que el costado nororiental se encuentra funcionando una serviteca que tiene en todo su trayecto accesos vehiculares que estarían interfiriendo con los planteamientos de la Dirección de Tránsito”, señala el Acta.
Fabián Fontecha, Subdirector Técnico de la Dirección de Tránsito Local, indicó como marcha esta gestión, “el pasado martes nos reunimos con el dueño de este negocio y llegamos a una concertación para que no hubiera afectaciones comerciales, y se permita el ingreso de vehículos sobre la calle 32. Con el propietario se acordó cómo garantizar la seguridad de los ciclistas sin perjudicar la operación de su actividad comercial. Todo se hizo con base en las normas”.
Refiriéndose a la planificación de este proyecto, el funcionario indicó: “Nosotros nos encargamos de planificar todo lo concerniente con el tránsito de vehículos y la movilidad, más no de los estudios de redes de servicios o levantamientos topográficos. Todo lo que tiene que ver con obras civiles estuvo a cargo de la Secretaría de Infraestructura”.
“…Este contrato era por tres meses; esperamos se solucionen las cosas para actuar nuevamente. El proyecto tiene imprevistos. Estamos a la espera de que Empas y la Electrificadora actúen (…)”, indicó Gilbert Velasco, vocero del Consorcio Parque de Los Niños CC, contratista responsable de ejecutar las obras de la ciclorruta.
“Faltó coordinación y planificación”
Para Luis David Arévalo, miembro de la Sociedad Santandereana de Ingenieros y experto en movilidad, esta interrupción en la construcción del primer circuito de ciclorrutas demuestra el poco conocimiento del Gobierno Local frente a la ejecución de este tipo de obras.
“Lo que se evidencia es una falta de coordinación de las entidades comprometidas en la etapa de la formulación del proyecto; en este caso era la Secretaría de Infraestructura la llamada a coordinar con las demás partes. Las obras se tuvieron que socializar y analizar con entes como la Empresa Pública de Alcantarillado. Esta situación deja ver la falta de experiencia de los funcionarios de esta Administración Municipal, porque un atraso como este por falta de planificación no debería existir; esta situación muy seguramente incrementará el valor del proyecto”, concluyó Arévalo.
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Andrea María Navarrete, activista de la bicicleta que ha conocido múltiples modelos de ciclorrutas en el mundo y conocedora en materia de movilidad sustentable, expresó, “además de la falta de planeación para la ejecución de las obras, tampoco se diseñó una estrategia pedagógica para socializar con la comunidad la implementación de ciclo-infraestructura en la ciudad, ya que actualmente muchos ciudadanos se preguntan ¿por qué le restan espacio a los carros?; hay muchas personas que todavía no conocen o no entienden el concepto de movilidad activa y sostenible”.
Navarrete agregó: “También se tuvo que trabajar previamente en la educación vial. Ya hay conductores que se parquean en lo que existe de la ciclorruta; la Administración no pensó en que este tipo de comportamiento se presentara con frecuencia y después, cuando esté habilitado el carril exclusivo, va a ser más complicado aún cambiar esta mala conducta ciudadana… Es muy ingenuo por parte del Municipio creer que la gente cambiará su comportamiento de un día para otro”.
Hay molestia en los habitantes y peatones que transitan la zona
María Forero, residente del sector:
“Todos los días debo pasar por ahí y es terrible el tierrero que existe, hay mucha incomodidad, a mí se me han volteado los pies porque quitaron el andén y dejaron fue pura arena y piedras; esto también genera que uno arrastre mucho mugre a la casa”.
Édgar Cortés, transeúnte:
“Esto está muy quedado, me imagino que se irá enero y febrero sin que hayan vuelto a retomar los trabajos. Aquí en Bucaramanga siempre ocurre lo mismo, no planean bien las obras y por eso las dejan inconclusas, como ocurrió con el intercambiador del Mesón de Los Búcaros”.