Falleció el exmagistrado santandereano Rafael Gutiérrez Solano

El santandereano Rafael Gutiérrez Solano, columnista de Vanguardia durante varias décadas y con una amplia y destacada trayectoria como magistrado en el Tribunal Administrativo de Santander, falleció a la edad de 70 años.
Él, natural de San Gil, se definía como un santandereano de pura cepa. En ese municipio estudió la secundaria y luego pasó a la Universidad de los Andes. Él recordaba que en 1971 hizo un preuniversitario en la Facultad de Ingeniería al que calificó, con gran honestidad, como “una equivocación mayúscula porque no tenía perfil ni el espíritu de ingeniero”. Así las cosas se enfiló al Derecho, la carrera que lo catapultó como el gran profesional que siempre fue.
Se graduó el 7 de julio de 1978, siendo rector del referido claustro universitario el Dr. Juan Jacobo Muñoz y decano el Dr. Eduardo Álvarez-Correa, ambos también fallecidos.
“Estudiar Derecho fue la mejor decisión de mi vida, si volviera a nacer estudiaría lo mismo. Mi decisión estuvo influenciada por mi formación, yo digo que antes de nacer en mi casa ya había piano y biblioteca. Vengo de una familia de intelectuales, de músicos, que me enseñaron a ser buen lector y a amar la cultura. Esa tendencia la tuve siempre y me sirvió precisamente para mi formación como abogado”, recordó en una entrevista.

¡Y así fue! En Vanguardia fue uno de los más destacados columnistas, gracias a su buena pluma, a su crítica constructiva, a su defensa de la tierra santandereana y a sus grandes conocimientos de la justicia. La más reciente de sus columnas, publicada el pasado 14 de septiembre, la tituló así: 'Gobierno y gobernados', en la cual les hizo una dura crítica “a los gobiernos que son erráticos y sin un claro horizonte”.
Claro está que en la edición de mañana, jueves 28 de septiembre, aparecerá la columna que escribió unas horas antes de morir, la cual tituló como “Nepotismo” y que circulará en nuestras ediciones impresas y, por supuesto, en Vanguardia.com
Él inició la judicatura como Juez Promiscuo Municipal de Pinchote, Distrito Judicial de San Gil. Durante ese año, además de desempeñar las labores de juez, estudió los preparatorios y continuó elaborando la tesis de grado.
Culminada esta etapa fue nombrado Juez Noveno Civil Municipal de Bucaramanga, despacho que inauguró como primer funcionario y, más adelante, fue designado Juez Primero Laboral del Circuito. Estas labores judiciales las ejerció en el periodo comprendido entre 1977 y 1982.
Después de otros tantos años de laborar como asesor jurídico de las Empresas Públicas de Bucaramanga y un período de comisión otorgado por esa entidad para adelantar estudios de posgrado en Derecho Laboral y Curso de Doctorado en el Instituto de Derecho Comparado de la Universidad Complutense de Madrid (España), el 22 de junio de 1988 el Honorable Consejo de Estado lo nombró Magistrado del Tribunal Administrativo de Santander, habiendo ingresado por concurso en carrera.
Ejerció su misión judicial sin mácula ni observación alguna en su hoja de vida. De hecho, todos reconocen que él construyó con lujo de detalles una carrera en la Rama Judicial por más de 35 años. Incluso, en 2014, fue elegido por el Consejo Superior de la Judicatura y el Consejo de Estado como el Mejor Magistrado de Colombia en la Rama de lo Contencioso Administrativo.
En palabras sencillas, este hombre fue, con su impecable labor e incólume servicio al país, un ejemplo del adagio dworkiniano: La Justicia con Toga.
Desde nuestra Redacción, expresamos a sus familiares, a sus amigos, a sus excompañeros de labores y a sus grandes lectores nuestras más sentidas voces de condolencia. Paz en la tumba de Rafael Gutiérrez Solano.
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Periodista de Vanguardia desde 1989. Egresado de la Universidad Autónoma de Bucaramanga y especialista en Gerencia de La Comunicación Organizacional de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro del equipo de Área Metropolitana y encargado de la página Espiritualidad. Ganador del Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar.
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