Sin apoyo por parte de la administración municipal, el ancianato de cabrera sigue dependiendo de la caridad y del buen corazón de los miembros de esta población que no se olvidan de ellos quienes literalmente evitan que se acuesten con el estómago vacío. La situación denunciada en julio de 2020 por Claudia Ruiz Franco, administradora de la Asociación Centro de Bienestar del Anciano Esteban Rangel Vesga, no ha cambió en nada en los últimos seis meses, ni siquiera por la orden de un juez.