La sombra de muerte del COVID-19 llegó hasta el asilo San Cristóbal de Oiba, en donde un abuelo ya falleció producto de las complicaciones de salud ocasionadas por el virus y otros 16 están contagiados. De ellos, cuatro permanecen hospitalizados en la sala de cuidados respiratorios del Hospital Manuela Beltrán del Socorro.
En el análisis hecho de la llegada de la pandemia hasta el asilo, las primeras hipótesis de las autoridades indican que una adulta mayor se contagió en el hospital socorrano hace menos de un mes, a donde fue llevada para que se le practicará una cirugía.
Pero eso ya es cosa del pasado. Hoy, la situación es preocupante y las directivas del asilo y el municipio hacen malabares para proteger a los 15 ancianos que permanecen sanos. En una jornada de trabajo, acompañados por bomberos, se hizo una distribución de espacios, aislando a los habitantes del asilo que permanecen libres de la temible enfermedad.
Una de las mayores preocupaciones es la falta de personal para atender a los abuelos, contagiados y no contagiados. Laura Hernández Castro, gestora social del municipio, dijo que hay algunas personas adentro del asilo atendiendo la situación, tres mujeres que a pesar del riesgo al que están expuestas no los dejan solos.
La situación es tan alarmante que el personal asistencial ya ha tenido que ser retirado por quebrantos de salud y otros se niegan a salir, aún enfermos permanecen adentro, dijo la vocera de la alcaldía.
Hoy el asilo está a la espera de que las EPS asignen personal que ayuden a atender la situación. El otro frente es el económico, porque como muchas casas de cuidado de adultos mayores del país, la de Oiba sufre por la ausencia de recursos económicos.
Ricardo Ortiz, sacerdote representante legal del lugar, confirmó la crisis económica y pidió la colaboración oibana, especialmente en dinero, para poder contratar el personal requerido para atender esta crisis.
La donatón por el San Cristóbal es liderada también por la alcaldía del municipio y la invitación a todos es hacer las donaciones a la cuenta de ahorros 290-000004-43 de Bancolombia, a nombre del asilo.
La gestora social confirmó que desde la Unidad de Gestión de Riesgo ya llegaron elementos de protección y la comunidad ha estado donando alimentos y algunos enseres.
