Bucaramanga
40 mujeres inician el Plan Maestro de Espacio Público en Bucaramanga
Llegó el día. Desde hace varios meses se habla de la implementación del Plan Maestro de Espacio Público, Pmep, para regular las ventas informales en las calles de Bucaramanga.
En agosto pasado se hizo el lanzamiento oficial, se anunciaron las tarifas. No obstante, a la fecha no se han visto los puestos regulados.
Sin embargo, desde este martes, puede que usted se encuentre en las calles con algunos de los carros de ventas informales con el sello de la Alcaldía de Bucaramanga.
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Se trata de un mobiliario definido por la estrategia del Pmep, y que a futuro, deberían tener todos los informales que trabajen en las calles.
Inicialmente, la Alcaldía, a través de la Oficina de Mujer y Equidad de Género, seleccionó a 40 mujeres, cabezas de hogar, para desarrollar un plan piloto.
Ellas, el pasado viernes, recibieron sus nuevos mobiliarios: carros de dulces, tintos y de ropa, dependiendo de la actividad. Fueron entregados en calidad de préstamo. Es decir, son propiedad de la Administración, pero por ahora, ellas no deben pagar por su uso.
Estas vendedoras ya han hecho los cursos del Instituto Municipal de Empleo y Fomento Empresarial de Bucaramanga, Imebu, como otros 325 informales de Bucaramanga.
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En los puntos escogidos para las ventas ambulantes se tuvieron en cuenta varios requerimientos.
“No todas las zonas del Centro pueden tener vendedores. Se definieron varios factores como la dimensión de los andenes, por ejemplo”, explicó Manuel Azuero, jefe de Gobernanza de la Alcaldía de Bucaramanga.
A los parques Antonia Santos, Santander, García Rovira y Centenario llegarán los vendedores informales. Además se reubicarán unas 300 personas en la avenida Quebradaseca con carrera 15, el Paseo del Comercio, la calle 36 y la carrera 13. Según cálculos de la Alcaldía, casi ocho informales se instalarían por cuadra. Las mujeres del plan piloto, quedaron asignadas en algunas de estas zonas.
Críticas
Desde que se anunció el cobro por el aprovechamiento del espacio público, cuyas tarifas varían entre $100 mil y “800 mil, el gremio del comercio formal rechazó la iniciativa.
De hecho, Alejandro Almeyda Camargo, director ejecutivo de Fenalco, Regional Santander, reiteró que no se puede cobrar por el espacio público, pues es para los ciudadanos y nadie puede lucrarse de este.
Omar Ochoa, personero de Bucaramanga, ha calificado la nueva reubicación como un proceso abordado de forma “improvisada”.
Carolina lleva 14 años vendiendo tintos en las calles de Bucaramanga. Los primeros años los pasó cerca de la sede de la Registraduría. Desde hace nueve años se ubicó en una esquina del parque Antonia Santos donde hizo su clientela. No participó de las anteriores reubicaciones, pues según ella, los puntos ofrecidos no eran buenos para las ventas.
Como muchos informales, manifestó su malestar por las persecuciones de las autoridades. “Nosotros no le hacemos daño a nadie. Aun así, nos han humillado, nos corretean como si fuéramos ladrones. Peor cuando se anunciaron los comparendos. Uno vive con la zozobra de que en cualquier momento van a llevarse la mercancía y vamos a quedar sin sustento para llevar al hogar”, relató.
Por eso, consideró positiva la iniciativa de la Alcaldía. “Esperamos poder trabajar con tranquilidad, que todo sea más organizado y todos los compañeros tengan su punto fijo”, manifestó.
Desde hace 11 años Claudia Solano vende tintos y dulces en el parque Antonia Santos. Antes de llegar allí, trabajó en el parque Centenario y sobre la calle 35. Lleva 15 años como vendedora ambulante. “Llegué al parque Antonia Santos y me amañé. Me pareció un buen lugar para trabajar”, comentó. Entró a formar parte del grupo piloto del Plan Maestro, y desde hace seis meses se prepara con sus compañeras. Con la entrega de su mobiliario, iniciará en un punto, cercano a su puesto habitual, la venta regulada por el Municipio.
Aunque aseguró que ha tenido dificultades con el carro de dulces, pues es muy grande y es incómodo para transportarlo, espera que las ventas mejoren con esta regulación. “Por el lado de que ya no nos van a perseguir, me parece bueno”, expresó.