El tributo para enaltecer la vida y obra de Rafael Ardila Duarte se llevó a cabo en el Auditorio Mayor Carlos Gómez Albarracín, del campus central El Jardín de la UNAB.
La Junta Directiva de la Universidad Autónoma de Bucaramanga, UNAB, rindió ayer un sentido homenaje a la memoria de Rafael Ardila Duarte, reconocido como una persona de altos valores éticos y morales y como un empresario visionario, un dirigente intachable y un emprendedor incansable.
En un acto de carácter privado, respetando el cumplimiento del aforo y las medidas de protección sanitarias por efectos de la pandemia, las directivas de la Institución honraron el nombre de este empresario quien, durante más de treinta años, combinó su actividad particular con el desarrollo del Instituto Caldas y la UNAB, una obra educativa que mereció siempre su principal atención.
Vale recordar que Ardila Duarte falleció la semana pasada por las complicaciones surgidas tras haber padecido COVID-19.
En una jornada que incluyó una larga lista de reconocimientos y las más sentidas voces de condolencias a su esposa Nancy Arenas, y a sus hijos Ángela María, Efraín y Rafael Eduardo, se le otorgó a la memoria de Rafael Ardila Duarte la distinción ‘Sabiduría Infinita’, por los invaluables aportes que le hizo a la educación.
La distinción estuvo representada en una réplica de la escultura que está en La Casona UNAB, del maestro Ricardo Alipio Vargas, la cual refleja en sí misma “el saber que se adquiere desde la infancia”.
De igual forma, el mandatario de los bumangueses, Juan Carlos Cárdenas Rey, rindió honores póstumos y exaltó y honró la vida y obra de Rafael Ardila Duarte, como ciudadano ilustre, líder de opinión, gran empresario y promotor de desarrollo, entre otras virtudes y cualidades.
Los reconocimientos también incluyeron la decisión de denominar con su nombre, Rafael Ardila Duarte, el edificio adjunto a la Casona UNAB, que sirve como campus para el desarrollo de actividades académicas, como reconocimiento perenne a su decidido apoyo por conservar ese lugar como un bien de interés cultural y de carácter municipal.
Ardila Duarte, quien trabajó como Director de Planeación y Vicerrector Administrativo, desde enero de 1987 hasta mayo de 1998, se hizo miembro activo de la Sala General de Corporados siendo empleado, el 29 de mayo de 1987, y posteriormente ocupó un lugar en la Junta Directiva, órgano de dirección de la Universidad en donde fue nombrado Segundo Vicepresidente (2009), Primer Vicepresidente (2011), hasta ocupar la más alta dignidad, Presidente, desde 2013 hasta la fecha de su fallecimiento (27 de julio de 2021).
La ceremonia de ayer concluyó con la presentación de Efraín Ardila Arenas, hijo de Rafael Ardila Duarte, quien interpretó una emotiva canción que resumió lo que todos los asistentes a la jornada sentimos ayer en el homenaje, la cual se tituló así: “No estoy listo para decir adiós”.