En Bucaramanga, ladera occidental de La Feria sigue desmoronándose

La ladera occidental del barrio La Feria, adscrita a la Comuna 4 de Bucaramanga y en donde se construyeron los asentamientos de La Cuyanita y Camilo Torres, se sigue desmoronando.

Desde el pasado 12 de marzo, cuando una gigantesca grieta desestabilizó esta parte de la meseta, se inició el drama de cerca de 200 familias que armaron sus precarias viviendas sobre esta comuna.

El área está devastada. Es como si un terremoto o un bombardeo hubiese arrasado con la casi totalidad de viviendas.

Según el parte técnico, “la poca firmeza del talud de esta parte de la meseta pone en peligro los bienes de las personas que residen en el perímetro de la afectación, entre ellos la vida, los enseres y, en general, los bienes patrimoniales”.

“La no intervención al talud provocaría un aumento significativo del área afectada, incrementando el número de familias e individuos que podrían quedar sepultados o expuestos a situaciones de riesgo”, advierte el parte oficial.

En el papel, “la inestabilidad del talud obedece a fenómenos naturales, relacionados con agentes atmosféricos y geomorfológicos, sumados a factores antrópicos, los cuales pueden aumentar la emergencia tras movimientos telúricos o sorpresivas lluvias”.

Hablan los damnificados

Y aunque las autoridades locales han ido evacuando esta parte de la meseta, tras el colapso de varias viviendas y el riesgo de derrumbe en otras, muchos damnificados se niegan a desocupar sus predios.

“El subsidio que nos está dando la Alcaldía de Bucaramanga no es suficiente para pagar un arriendo decente. Por eso hemos decidido regresar a nuestras casas”, dijo uno de los damnificados.

Los miembros de la Oficina del Gestión del Riesgo confirmaron que, durante los últimos meses, a cada familia afectada se le está asignando un subsidio de $350 mil.

En total se han favorecido 259 hogares y, según dijeron, “estas ayudas se brindan a través de la Calamidad Pública decretada por el Municipio ante la situación que puso en riesgo la vida de estos bumangueses”.

Luego de realizar un Consejo Municipal de Gestión del Riesgo, el Municipio, en su propósito de proteger la vida de los ciudadanos que fueron afectados tras los agrietamientos registrados en algunas viviendas, declaró tal figura de emergencia en ese sector de la Comuna 4.

La medida se tomó debido a que la escarpa occidental está en vilo y en ella urge un plan de estabilización que frene el desmoronamiento total de los barrios.

Plan de acción

Según el Municipio de Bucaramanga, dentro del plan de acción adelantado ante la emergencia, se destacan los avances en los Estudios de Vulnerabilidad y Riesgo, los cuales se hicieron en esta parte de la Comuna Occidente.

El plan de asistencia consistió en la realización de diferentes recorridos comunitarios, entre otras cosas, para seguir identificando a las familias que están en riesgo y continuar reubicándolas en albergues temporales.

De acuerdo con la Alcaldía, se están definiendo las obras de estabilización que se gestionarán ante la Unidad Nacional de Gestión de Riesgo. Esto permitirá mejorar la calidad del suelo y evitar que se presenten deformaciones en los sectores cercanos a las áreas afectadas.

Por otra parte, “los propietarios de las casas se incluirán en los programas de vivienda del Gobierno Nacional, para lograr alguna solución definitiva a esta penosa situación”.