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Colombia
Jueves 20 de enero de 2022 - 12:00 PM

Guerra urbana: Así es vivir entre el miedo, desplazamientos y asesinatos en Arauca

VANGUARDIA conversó con habitantes de Saravena, Arauca, quienes relataron la cruda realidad que se vive hoy en el departamento que ha dejado más de 150 familias desplazadas y más de 30 personas asesinadas en lo que va del año.

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(FOTO/Suministrada)
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La explosión de un carrobomba en pleno corazón del municipio de Saravena, en Arauca es una nueva réplica de la guerra urbana que libran el Eln y las disidencias de las Farc en las calles y corregimientos del departamento.

Las cifras retratan la cruda realidad que se vive en Arauca: Más de 150 familias desplazadas y más de 30 personas asesinadas se le suman un muerto y cinco heridos que dejó la explosión de un carrobomba activado este jueves en la madrugada en Saravena.

De acuerdo con los organismos de inteligencia este nuevo atentado sería autoría de las disidencias del frente 28 de las Farc.

El atentado ocurrió justo al frente del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) y la Cooperativa COOTRANSARE. Según la Defensoría del Pueblo, afectó un edificio donde funcionan varias organizaciones defensoras de Derechos Humanos y sedes de entidades públicas.

La población en medio de la guerra

La zozobra, el miedo y la incertidumbre agobian a los residentes del municipio de Saravena. VANGUARDIA habló con uno de sus habitantes quien describió lo que es vivir en Arauca por estos días en los que las disidencias de las Farc libran una guerra sin cuartel con la guerrilla del Eln.

Vivir cada día en Arauca se vuelve más intimidante. El sentimiento se comparte en todo el departamento, principalmente en los municipios fronterizos con Venezuela.

Hay calles que permanecen vacías. La gente teme por su vida, por la de sus vecinos y por la de los araucanos en general. "Salir de casa solo se logra para lo estrictamente necesario: compras básicas, diligencias y el trabajo", relató el residente cuya identidad se protege por seguridad.

Al caer la tarde todos regresan a sus hogares. Deambular por las calles de cualquier sector de Arauca después de las 6:00 p.m. se convirtió en un desafío a la muerte.

Por ello se mantienen despiertos, anonadados, pensando en que ocurrirá en el día a día, dice. “Hoy fue una bomba, mañana sonarán tiros o matarán a una persona”.

Para los habitantes ha sido complejo dar explicaciones a los menores, que con susto, preguntan sobre lo que sucede en las calles donde antes jugaban con sus vecinos.

La persona que entrevistamos tiene dos hijos de cuatro y nueve años de edad. Para él, no hay forma de hacerles entender la cruda realidad que vive por estos días su amada Arauca.

Agregó que eso era lo que hacían en su infancia. Refugiarse y vivir la violencia de primera mano, a la espera de que acabe. “Y no es justo que la niñez araucana perciba tanta violencia y tantos actos que dañan mentes y corazones”.

El origen de la nueva guerra

El detonante de la nueva guerra que vive Arauca se desató entre el 1 y 2 de enero por el asesinato en Venezuela del presunto cabecilla del Eln, Álvaro Padilla, alias 'Mazamorro'. Este crimen, según las autoridades, rompió la débil relación entre el Eln y las disidencias de las Farc.

Según cifras entregadas por la Defensoría del Pueblo solo en los primeros 13 días de enero la guerra en Arauca cobró la vida de 33 personas.

Para Hugo Fernando Guerrero, analista y docente de la Universidad de La Salle, “Arauca es un departamento olvidado en el que concurren eventos violentos en una frontera también abandonada. Ahí se ve una lucha por el territorio que no está siendo gestionada de una manera adecuada por ninguno de los dos gobiernos, precisamente por la ruptura diplomática”.

Uno de los residente de Arauca entrevistado por VANGUARDIA cuenta que son constantes las coacciones a los líderes sociales y organizaciones humanitarias a través de redes sociales. Videos y audios grabados tanto por el Eln como por las disidencias de las Farc circulan en plataformas digitales con mensajes amenazantes.

Le contamos: Amenazas provocan desplazamiento masivo en Tibú

Así sucedió previamente con este carrobomba. La Asociación Nacional Campesina José Antonio Galán Zorro apuntó que el hecho se da luego de que “Antonio Medina”, líder de las disidencias del frente 28 de las Farc, enviara un audio que amenazaba a líderes y presidentes de juntas de acción comunal.

“Lo de anoche fue tenaz. Vivo a cuadra y media y nunca había sentido un estruendo así. La casa resultó con grietas y cayeron piedras. Por eso tuvimos que guardarnos en el baño porque escuchábamos muy cerca el enfrentamiento, como si estuviesen en nuestro techo”, contó una bumanguesa que se encuentra allí.

Tampoco hay reja que valga ni seguridad que proteja. Las ventanas y fachadas de las casas se han visto afectadas. Vidrios y esquirlas caen al interior de las viviendas. “Uno hace casas indefensas porque no se imagina vivir este tipo de actos”, dijo.

Solo pueden limitarse a pedirle a Dios protección para que no les suceda nada.

¿Qué respuesta ha dado el presidente Duque?

El pasado domingo 16 de enero el presidente Iván Duque y el ministro de Defensa, Diego Molano, visitaron el departamento e hicieron un consejo de seguridad. Allí resolvieron aumentar la presencia de Fuerza Pública.

Entre los anuncios, Molano afirmó que desde Mindefensa se dispusieron 700 hombres de los Grupos de Operaciones Especiales para el desarrollo de acciones que lleven a la captura y desmantelamiento de las disidencias de las Farc y el Eln.

Durante dicha visita, circularon fotos que evidenciaron un patrullaje del Eln en Arauquita, un municipio cercano al lugar en el que se estaba realizando el consejo de seguridad. Aunque los habitantes del lugar expresaron su temor ante los hechos, Molano afirmó que los hombres habían cruzado desde Venezuela “solo para la foto” y se devolvieron.

Sin embargo, un habitante de la zona entrevistado por VANGUARDIA asegura que es poca la presencia de las autoridades para hacer frente a este problema, lo que incrementa la inseguridad y el temor. Ante esto, piden fortalecer el acompañamiento del Ejército en este municipio susceptible a ataques y enfrentamientos repetitivos.

"El Estado no garantiza su seguridad, a pesar de que han hecho hincapié en hacerse cargo de lo que está sucediendo debido a que están más preocupados por estar al tanto de la situación en el país vecino", explicó Hugo Fernando Guerrero, analista y docente de la Universidad de La Salle

Este jueves, Diego Molano volvió a Arauca a hacer frente a la situación de orden público tras la explosión de un carrobomba.

Molano aseveró que no le van a ceder un solo espacio a los grupos armados ilegales. “Realizaremos un consejo de seguridad donde evaluaremos las medidas, pero que tengan claro los violentos que no les vamos a ceder un espacio”, dijo.

El ministro de Defensa confirmó que permanecerán allí hasta que se restablezca la tranquilidad en el departamento.

Y mientras los muertos se siguen sumando a la lista víctimas y la violencia sigue sin control, la población sigue en medio de confrontación rogando porque se detenga el baño de sangre.

“Todo es doloroso. Nosotros seguimos aquí porque amamos mucho nuestra tierra”. concluye un residente de Saravena.

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Publicado por Redacción Vanguardia.com

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