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Lunes 19 de septiembre de 2022 - 12:00 PM

Restablecimiento de relaciones con Venezuela: una oportunidad para el sector salud en Santander

El sector salud factura aproximadamente 2,9 billones en ventas anuales, de acuerdo con el Clúster de Salud de Santander.

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Tomada de Twitter / VANGUARDIA
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El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela es una oportunidad de oro para que Santander siga consolidándose como un destino internacional de salud, de acuerdo con los líderes del gremio en la región.

Para Víctor Raúl Castillo Mantilla, presidente de la FCV, hoy el departamento cuenta con una mayor oferta comercial a la que presentaba hace algunos años cuando “Venezuela era el segundo socio comercial de Colombia después de Estados Unidos, y el primero para los santandereanos”.

Entre esa oferta importante que hoy tiene el departamento se encuentra la salud, con hospitales como los de la FCV (Instituto Cardiovascular y Hospital Internacional de Colombia), que son reconocidos en el top 10 de mejores clínicas de Latinoamérica, de acuerdo con la revista America Economía.

“Ante las dificultades que afronta el país vecino, especialmente por la poca disponibilidad local en servicios de salud de alta complejidad, se genera una gran oportunidad para los hospitales de la región, quienes por cercanía y una amplia oferta de especialidades se convierten en una excelente opción para la atención de pacientes gravemente enfermos”, sostiene el presidente de la FCV.

Durante el 2021, del total de pacientes internacionales atendidos en la FCV (164), el 18 % provenía de los diferentes países de Suramérica, entre ellos Venezuela.

La familia venezolana que reencontró la sonrisa en Colombia

Cada paso que Victoria García da en sus clases de gimnasia rítmica termina en sonrisas de sus padres. Es la satisfacción de ver crecer a su hija después de pronósticos desalentadores por un problema cardíaco identificado a los pocos días de nacida.

Normalmente, un corazón tiene dos ventrículos: el derecho, que se encarga de bombear la sangre hacia los pulmones para oxigenarla, y el izquierdo, que envía esa sangre oxigenada hacia todo el cuerpo.

Sin embargo, Victoria nació con un solo ventrículo. El diagnóstico entregado por los médicos en su natal Venezuela fue de ventrículo único con transposición de las grandes arterias.

“El tener un único ventrículo incrementa el riesgo de sufrir insuficiencia cardíaca, es decir que hay peligro de que el corazón no bombee de forma eficiente la sangre que todo el organismo requiere para funcionar”, afirma Iván Pinto Martínez, cardiólogo pediatra de la FCV.

Para mejorar la calidad de vida de las personas que tienen esta condición, existen intervenciones quirúrgicas que se desarrollan en diferentes etapas. Con solo dos meses de vida, Victoria inició su proceso en 2013: un procedimiento conocido como cerclaje de la arteria pulmonar, que se realizó en Caracas. “Fue un poco difícil porque fue un procedimiento muy complejo, pero logramos superar todos los obstáculos. Nos mantuvimos unidos como familia para superar todo este proceso”, asegura Jerannie Barrera Sotillo, madre de Victoria.

A los dos años, cuando debía continuar con la segunda fase, los conceptos no fueron los que se esperaban.

“Aquí en Venezuela nos dijeron que por su condición no podían avanzar y que teníamos que esperar hasta que Dios quisiera. Entonces empezamos a buscar información para una nueva opinión y llegamos en 2015 a la FCV, en Colombia”, recuerda Barrera Sotillo.

Luego de realizar los análisis correspondientes, en junta médica se decidió llevarla a quirófano para “hacerle la cirugía de Damus, con el objetivo de garantizar que la sangre que llega a ese ventrículo único saliera de manera adecuada por la aorta hacia todo su cuerpo. Durante ese mismo procedimiento se realizó también la cirugía de Glenn bidireccional para garantizar igualmente un buen flujo pulmonar”, explica Pinto Martínez, cardiólogo pediatra de la FCV. La cirugía fue un éxito y los resultados positivos se hicieron evidentes: desapareció la cianosis (coloración azul de la piel) producida por tener menos oxígeno en el cuerpo y finalmente pudo llegar al peso estándar para su edad.

En junio de 2020, Victoria volvió al quirófano de la FCV para la tercera y última fase en la vía univentricular: la cirugía de Fontan, con la que se buscó disminuir la carga de su único ventrículo y mejorar la oxigenación, impactando positivamente en su calidad de vida.

“Victoria muy a pesar de su diagnóstico es una niña totalmente normal. Ella va a su colegio, hace gimnasia rítmica, es muy activa y le gusta el deporte. Eso sí, siempre con su medicación”, cuenta orgullosa Jerannie.

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Publicado por Redacción Economía

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