Este tipo de feroz carnívoro marsupial en peligro de extinción fue perseguido por los ganaderos y en las últimas décadas sufre un tipo específico de cáncer facial.
Un grupo ecologista que liberó más de 25 demonios de Tasmania en Australia con el fin de reintroducir este animal en una zona en la que habitó hace 3.000 años, anunció el nacimiento de siete crías.
La oenegé Aussie Ark pretende salvar a este emblemático animal, que en la actualidad habita en la isla australiana de Tasmania y cuya población ha sido diezmada por un tumor facial, y restablecer el ecosistema amenazado por especies invasoras.
Estos pequeños marsulpiales de color negro y grandes colmillos sufren un cáncer contagioso, que se propaga por transmisión directa a través de las mordeduras que se infligen los animales en la cara durante los procesos de alimentación y apareamiento.
Este tumor aparece en la boca del animal y aumenta de tamaño hasta causar unas deformaciones que le impiden comer.
Los estudios en marcha permitirán que los investigadores puedan conocer detalles de su adaptación, las zonas con mejores condiciones, su dieta y las posibilidades de reproducción.