El denunciante aseguró a Vanguardia.com que mientras el taxista guardaba la silla de ruedas de su suegra en el baúl, pudo observar desde el asiento trasero cuando el taxímetro se alteró.
Edwison Alberto Mantilla Villamizar narró el momento incómodo que vivió en la noche del lunes pasado cuando, junto con su esposa, tomaron un servicio de transporte público en la calle 50 con carrera 12, en el barrio Candiles de Bucaramanga.
“Eran como las 7:10 p.m. y debíamos llevar a mi suegra (de 52 años) a una cita médica, que tenía en la EPS Salud Total, en Cabecera. Íbamos de afán porque estaba programada a las 7:30 y la podía perder. Ella sufre de artrosis degenerativa y no puede caminar”, contó el denunciante.
Según su versión, “cuando el taxista paró para prestarnos el servicio, subimos a mi suegra en el asiento delantero y con mi esposa nos subimos atrás mientras el taxista acomodaba la silla de ruedas en el baúl”.
En ese momento, aseguró Edwison Alberto, el taxímetro pasó de 43 a 46 unidades. “Ni siquiera estábamos andando, por eso le dije al señor que si podía reiniciar el taxímetro. De inmediato el conductor se alteró y me trató de ladrón”.
Lo más indignante del caso, para el denunciante, “es que solo por hacer esa observación el conductor me dijo nos bajáramos. Le pedí que nos colaborara, porque íbamos de afán, pero el señor se negó”.
En ese momento Edwison Alberto se bajó y no dudó en grabar lo que sucedía con el conductor.
El video evidencia que el vehículo se encuentra afiliado a la empresa Transportes San Juan.
Además, se escucha la voz del taxista cuando dice “por eso, es que eso arranca en 42. Uno para y de una vez pone el taxímetro”.
En seguida Edwison Alberto le responde que “eso (taxímetro) marca cada 50 metros”.
En medio de la discusión la pareja del denunciante paró otro taxi. “Nos subimos porque no hubo de otra, y antes de arrancar el señor le gritó al otro taxista que no nos llevara porque lo tratábamos también de ladrón”.
Por medio de un correo el ciudadano decidió manifestar su queja a la empresa Transportes San Juan, para que se tomen cartas en el asunto.
¿Qué dicen las autoridades?
Vanguardia.com se comunicó con el gerente de la compañía, Álvaro Benavides Santamaría, quien señaló que “abrirá un proceso disciplinario y citaremos al propietario del vehículo para tomar medidas”.
“Si el taxímetro se encuentra alterado hay que mirar porque esos carros, se supone, deben ir con frecuencia a revisiones técnico mecánicas”.
Al respecto Germán Torres Prieto, director de Tránsito de Bucaramanga, explicó que “es necesario que el ciudadano se acerque a las instalaciones para hacer la denuncia formal. Tiene que aportar el video como prueba para que nosotros también podamos abrir el proceso, y luego citarlos a prueba y audiencia”.
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También señaló que, incluso, a inicios de 2018 la entidad revisó varios vehículos de transporte público individual. “Resultaron cerca de 1.900 vehículos con el taxímetro adulterado y se les hizo la invitación para que los revisaran. Esperamos el ciudadano que denunció haga la notificación como se debe”.
Esta podría ser la sanción
De acuerdo con el artículo 131 del Código Nacional de Tránsito, cuando se conduce “un vehículo autorizado para prestar servicio público con el taxímetro dañado”, el conductor tendría que responder por una multa de quince salarios mínimos legales diarios vigentes, es decir, cerca de 390 mil pesos. Además, se inmovilizaría el vehículo.
Voceros del Área Metropolitana de Bucaramanga, AMB, afirmaron que el taxímetro debe arrancar en 42 unidades y se contabilizan cuando el vehículo recorre cada 60 metros.
Si el automóvil se queda quieto, por ejemplo, por un trancón, el taxímetro marca una unidad por cada minuto.
