“Se podrían hacer 22 mil casas con el vidrio que se desecha en Bucaramanga”
“No vamos a desaprovechar nada”. Esta es la idea que Gunter Pauli busca que se adopte en Bucaramanga y su área metropolitana, frente al manejo y disposición de los residuos sólidos.
¿Se imagina hacer 1.100 casas prefabricadas al año con vidrio reutilizado en la ciudad? ¿O producir 27 mil toneladas de fertilizante cada año a partir de pañales desechados? ¿Y qué tal obtener anualmente 50 millones de metros cúbicos de gas, luego de tratar la basura y las aguas residuales?
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Estos son algunos de los cálculos realizados por este destacado empresario y economista belga, sobre el aprovechamiento que se le podría dar a los residuos sólidos y a los desechos derivados del tratamiento de aguas residuales.
Pauli, quien es mundialmente reconocido por crear el concepto de ‘Economía Azul’ o emprendimiento sostenible, cree que el área metropolitana de Bucaramanga está en mora de comenzar a tratar los plásticos, el vidrio y los desechos orgánicos que día tras días se generan.
En una conferencia que ayer se realizó en Bucaramanga, por invitación de la Cámara de Comercio, este economista expuso de forma concreta cómo se podrían tratar los residuos referidos.
Para llegar a tales estimaciones, Pauli visitó el año pasado y conoció en detalle el funcionamiento de El Carrasco y de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales de Río Frío, Ptar, y durante los últimos meses realizó dichas proyecciones.
Aprovechamiento de gas
El belga afirma que, como resultado de la operación de El Carrasco y de la Ptar Río Frío, cada segundo se generan gases que hoy son desaprovechados.
“Estas aguas residuales, que son parcialmente tratadas en la Ptar, generan cerca de 6.000 metros cúbicos de gas al día. Actualmente este biogás se quema, y debería ser tratado y conducido para abastecer a la población. Si la carga biológica se aumentara, esta Ptar podría generar hasta 200 mil metros cúbicos de gas por día”, afirmó el economista.
Pauli dijo que algo muy similar sucede en El Carrasco, en donde la disposición de basuras también genera gases que pueden tener un segundo uso. Este gas también es incinerado en la actualidad.
Tratamiento de los plásticos
Como parte del trabajo realizado, Gunter Pauli asegura que la mayoría de elementos que se disponen en el relleno sanitario de la capital santandereana son plásticos, de siete tipos diferentes.
“El problema de El Carrasco es que tiene mucha presencia de plásticos. La mayoría de estos son multi capas, que se tienen que separar para poderlo reciclar. La única solución para el aprovechamiento de este material es la tecnología de pirólisis, que permite transformar los plásticos en hidrógeno, CO2, CO y un poco de metano”, señaló el experto.
Tras un tratamiento de pirólisis, Pauli afirma que El Carrasco podría generar un gas para consumo de la ciudadanía, con equipos que ya existen y operan en el relleno sanitario.
Lo más complejo sería adquirir la planta de pirólisis, ya que es una tecnología de punta que permite la descomposición química de la materia orgánica y de todo tipo de materiales más, exceptuando el vidrio y los metales.
Conversión del vidrio
El creador de ‘Economía Azul’ considera que el área metropolitana de Bucaramanga no le saca suficiente provecho al vidrio.
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Con un tratamiento especial que podrían desarrollar ingenieros de la ciudad, asegura Pauli, se podría convertir tal materia reciclada en un elemento útil para hacer edificaciones.
“Proponemos transformar el vidrio en espuma de vidrio, un material que sirve para hacer construcciones y que es más barato que el cemento. En 20 años se podrían construir 22 mil casas prefabricadas, solamente con el vidrio que hoy en día llega hasta a El Carrasco”, aseguró el belga.
Producción de fertilizante
Otra idea que hace parte de este planteamiento, es la separación y aprovechamiento de los residuos orgánicos y biológicos de las viviendas, con los cuales se pueden producir fertilizantes para la tierra.
Pauli se concentró en la carga contaminante que generan los pañales desechados, y en como su transformación puede derivar en un abono de alta calidad.
“Hicimos el análisis de toda la carga orgánica que llega a El Carrasco, y nos enfocamos en los pañales. Con la transformación de solo este segmento existe la posibilidad de producir 27 mil toneladas de terra preta al año, una tierra muy negra y que tiene 30% de carbón, para que se use como nutriente para el suelo”, precisó este empresario.
Gunter Pauli plantea que estas ideas se implementen desde ahora mismo y durante 20 años, para que al cabo de dos décadas la ciudad esté aprovechando y reutilizando casi la totalidad de sus desechos.
“Yo no propongo una tecnología que sustituya otra, lo que propongo es un modelo de desarrollo sostenible e inteligente, que convertiría a Bucaramanga en ejemplo para que el resto de Colombia aprenda. Los políticos deben dialogar entre sí y dejar los egos a un lado. Los gobiernos departamental y municipales deben trabajar de forma integrada”, comentó el economista.
Alcaldía de Bucaramanga y Emab firmaron convenio por $1.700 millones
La Alcaldía de Bucaramanga informó que, en su propósito por incrementar los índices actuales de reciclaje en la ciudad, firmó un millonario convenio con la Empresa de Aseo de Bucaramanga, Emab.
De acuerdo con lo informado por miembros de la Administración Municipal, tal inversión se destinará a la adquisición de vehículos, personal, equipos y una edificación para realizar la separación de los residuos sólidos.
“La semana pasada firmamos este convenio con la Emab, por un valor de $1.700 millones. Se adquirirá una flota de camiones exclusiva para reciclaje, y se abrirá una nueva estación de clasificación de los residuos”, informó Manuel Azuero, alcalde (e) de Bucaramanga.
En la actualidad la capital santandereana recicla apenas alrededor del 2% de sus residuos, según cifras del Municipio. De acuerdo con el Plan Nacional de Desarrollo, la ‘Ciudad Bonita’ debería reciclar actualmente el 20% de su basura.
“A partir de agosto próximo la Alcaldía va a enfatizar con los ciudadanos la obligatoriedad del reciclaje. La meta es que, de aquí al 2023, Bucaramanga ya esté reciclando el 30% de los residuos que produce”, agregó Azuero.
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Periodista egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. Miembro del equipo de Área Metro en la versión impresa de Vanguardia desde 2016, y apoyo en la elaboración de contenidos digitales y transmisiones en directo.
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