Hasta la cima quería llegar Egan Bernal y este sábado lo logró, luego de quitarle más de un minuto en tiempo a Julian Alaphilippe, su mayor contrincante en el Tour de Francia. El joven a sus cortos 22 años hizo vibrar y llorar a todo un país con su entrega y sacrificio como él bien lo dijo el pasado jueves desde cuando se pronosticó que para ser el ganador voy a dejar la vida en la carretera.
El hombre de tez trigueña nació en Bogotá, pero apenas dos horas después del parto su familia se lo llevó a Zipaquirá, Cundinamarca, un pueblo sabanero ubicado a una hora y media de Bogotá, donde creció.
Allí empezó su carrera en ciclismo de montaña con apenas 8 años y se quedó en el deporte por mucho tiempo, cosechando triunfos. Participó en categorías inferiores donde logró medallas de plata y bronce en los mundiales de 2014 y 2015, cuando apenas tenía 17 y 18 años.
En 2016 abandonó el ciclismo de montaña e inició su transición al ciclismo de ruta al ser contratado por el equipo italiano Androni Giocattoli-Sidermec en la categoría profesional continental.
Durante las temporadas 2016 y 2017 cumplió con actuaciones destacadas, ganando la camiseta del mejor joven en varias competencias, y algunos triunfos en la general de carreras continentales, además del Tour del Porvenir 2017, lo que le valió para ser contratado por el equipo Sky, de categoría UCI WorldTeam, a partir de la temporada 2018.
A juicio de Carlos Mario Jaramillo, el reconocido entrenador que ha tenido en su nómina a grandes de este deporte como Nairo Quintana, Rigoberto Urán, Esteban Chaves, Miguel Ángel López, Jarlinson Pantano y Egan, recuerda a este último como un deportista activo y con capacidades físicas y mentales invaluables.
En diálogo con Colprensa, Jaramilló describió al campeón con evidente emoción y admiración.
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“La capacidad que él tiene, la condiciones que tiene como ciclista es un corredor muy completo, maneja muy bien el cuerpo, es un corredor muy inteligente domina a la perfección la carretera, además de la capacidad y la fuerza física también es la capacidad mental, siempre es muy positivo y eso lo lleva a ser en este momento el mejor corredor del mundo, porque ser el ganador del tour es ser el mejor corredor del mundo”.
Si bien para Jaramillo este es un gran triunfo no solo para Egan sino para su familia, él no descartaba que durante su paso por el ciclismo de montaña Egan hubiese logrado coronarse como el campeón olímpico, sus capacidades también le daban para ser un gran líder en ese escenario.
Sin embargo, Jaramillo no lamenta la transición y, por el contrario, cree que lo benefició al pasar de ciclismo de montaña al de ruta.
“Ser ciclista de montaña le favoreció mucho. El dominio, la destreza y la capacidad de la bicicleta le favoreció mucho porque yo creo que durante estos días se ve lo que hizo en el descenso como baja de bien y la técnica que tiene, eso viene de montar en lo que empezó”.
Según Jaramillo el ciclismo de montaña le dio a Egan la capacidad para reaccionar en momentos precisos, esto, sin contar en que aprendió a conocer uno a uno sus rivales, hecho que lo llevó a hacer estrategia con su equipo.
Jaramillo no desconoce que en los entrenamientos se le veía a Egan muy activo, “su afición es el ciclismo y ganar sus cosas. Egan sabe para dónde va es muy centrado” y según su exentrenador eso fue lo que lo llevó este domingo al podio en París a posesionarse como el mejor del mundo.
“Él miraba muy bien para donde iba. Miraba muy bien los tiempos es un corredor que no desperdicia el tiempo mide muy bien las capacidades y las carreteras para saber cómo se puede mover”, reiteró el entrenador.
La disciplina y tenacidad de Bernal también lo llevaron a su debut en la categoría WorldTour que fue impresionante para sus 21 años, con actuaciones destacadas en el Tour Down Under, la Volta a Cataluña, su primer triunfo de etapa y podio en el Tour de Romandía, y la clasificación general más dos etapas en el Tour de California.
Del mismo modo, estuvo en el Campeonato de Colombia de Ciclismo Contrarreloj y la Colombia Oro y Paz, ante los mejores ciclistas de su país. Estas actuaciones motivaron que su equipo lo llevara a debutar en una carrera de tres semanas al Tour de Francia donde se destacó como gregario confirmando sus condiciones de corredor de grandes vueltas.
