No podemos confiarnos y olvidar que el descuido de nuestras obras de infraestructura, en cualquier momento pueden desencadenar consecuencias catastróficas, pues son elementos fundamentales de la vida urbana que pueden o no estar en riesgo.
Local
“Estar por fuera del sistema financiero condena a microempresarios a la pobreza y a la informalidad”: Asomicrofinanzas
- Marco Valencia / VANGUARDIA Los pequeños empresarios, según Asomicrofinanzas, prefieren microcréditos a plazos cortos, a través de medios de pago más accesibles y con disminución de requisitos.
Carmen Mogollón es una microempresaria del calzado en Bucaramanga y en los primeros meses de 2023 ha visto como los insumos se han incrementado dos veces entre el 5 % y 10 %, como materiales y pegantes. Hasta ahí una parte de los “sufrimientos” que viven los empresarios en medio de esta crisis económica. La otra parte es el alza de las tasas de interés y las dificultades para acceder a créditos.
“Hace poco tuvimos una feria y semana del calzado y para ese evento sí o sí nos toca sacar un préstamo porque amerita mucha demanda, pero de entrada nos encontramos con que los bancos tienen las tasas por las nubes y nos ponen muchos problemas para sacar un crédito, incluso nos piden tener una amplia historia crediticia, y las sumas tampoco son altas”, expresa Carmen, mientras atiende su negocio, que gran parte es virtual.
Dice que, en este momento por la inflación y baja en las ventas, sí o sí deben recurrir a inyección de recursos por medio de créditos para tener un extenso muestrario, despachar clientes, costear nómina e insumos y financiar la producción, “eso sí con la esperanza que paguen la mercancía a 30 días, sino se complica la situación. Entonces, los bancos si nos prestan para eso, no nos dan más de $5 millones”.
Estudio
El testimonio de Carmen es la antesala al reciente estudio de Asomicrofinanzas, gremio integrado por 43 entidades que ofrecen microcrédito en Colombia a familias de menores ingresos, emprendedores, microempresarios y pymes, denominado ‘La importancia de las Microfinanzas en Colombia: Financiamiento informal y crédito en la base de la pirámide’.
Este informe tuvo el apoyo en su elaboración de la Universidad de La Salle, y analizó la información al cierre de 2022 y lo corrido de 2023.
La principal conclusión es la baja capacidad productiva, la autoexclusión y la falta de educación financiera hace que se acentúe la informalidad en el microcrédito formal en Colombia.
“El 81,2 % de los micronegocios decide no acceder al crédito, esto sumado a que el 73,3 % de los colombianos ahorra en su vivienda y el 14,2 % se financia con crédito informal clandestino, como el ‘gota a gota’”, asevera María Clara Hoyos, presidente ejecutiva de Asomicrofinanzas.
A esto se suman las dificultades que tienen los microempresarios y de quienes tienen negocios por cuenta propia para acceder al crédito, como la falta de RUT, carencia de registro en cámaras de comercio y el no pago de aportes a salud y pensión al Sistema de Seguridad Social.
Hoyos precisa que la radiografía de los microcréditos entre los microempresarios es que estos prefieren productos a plazos cortos, de bajos montos, a través de medios de pago más accesibles y con disminución de requisitos normativos.
Lea también: Subida de precios en restaurantes, arriendos y matrículas tienen al alza el costo de vida de los colombianos
Desembolsos
Y Santander se destaca en este universo crediticio en Colombia.
Hoyos considera que, en medio de panorama, Santander tiene un cultura del crédito, lo que permite que tanto empresarios como personas naturales consoliden su historial crediticio, primer paso para acceder a más préstamos. “Esta es el inicio para que más instituciones financieras los acompañen para crecer en sus activos y pasen de ser micros a grandes empresas”.
Según Asomicrofinanzas, durante el 2022 se desembolsaron $755.856 millones en Santander, para un total de 118.260 y 172.669 clientes.
El gremio también precisa que en el departamento el total de la cartera de microcréditos de instituciones financieras asciende a $1,21 billones, con corte a diciembre del 2022.
Asimismo, Asomicrofinanzas describe que en la región son más las mujeres que acceden a créditos que los hombres. Ellas lo hacen al 68,3 %, mientras que ellos solo llegan al 55,4 %, en las zonas urbanas.
El gerente general de Innpulsa Colombia, Hernán Ceballos Gacharná, explica que la economía popular hace referencia a las pequeñas unidades productivas, entre formales e informales, esos microempresarios o pequeños empresarios. Por ejemplo, el comercio, el reciclaje, los vendedores informales, las tiendas, los confeccionistas y los artesanos, entre otros.
“Se llama economía popular porque es lo que hace la mayoría de la gente y de las empresas en Colombia”, puntualiza
Para Ceballos, el 99 % de las unidades productivas de Bucaramanga son de economía popular. “Se estima que entre un 25 % y un 35 % del PIB es aportado por este tipo de empresas”.
Estas cifras van en sintonía con los datos de Fenalco y la Cámara de Comercio de Bucaramanga: entre el 95 % y el 98 % del tejido empresarial de la economía santandereana está conformada por pequeños y medianos empresarios.
De acuerdo con la Encuesta de Micronegocios del Dane, hay 324.551 pequeñas unidades de negocios en Santander. De este total, 138.415 pertenecen al sector servicios (42,6 %), y 85.160 son de comercio (26,2 %).
Ellas son protagonistas
La empresa bumanguesa Sonia Gélvez, organizadora del Tour del Calzado, afirma que la mayoría del sector calzado está conformado por madres cabeza de familia y mujeres emprendedoras.
“Durante la séptima versión del tour nos dimos cuenta que las y los pequeños empresarios del cazado padecen penurias para producir por el aumento del precio del dólar, el encarecimiento del 70 % de los insumos y materias primas, los bajonazos en las ventas al por mayor por la crisis económica, porque ahora el comprador no pide los mismos volúmenes de antes, porque la gente le da prioridad a la alimentación y la vivienda que a vestirse; paralelo a esto se encareció el crédito y muchos de nosotros no podemos acceder a un préstamo”, sostiene Gélvez.
La empresaria agrega que las alzas en las tasas de interés y los sobrecostos de insumos importados han hecho que el sector del calzado se endeude más para poder producir, “pero en menores cantidades. Por ejemplo, si antes producía 5 mil pares de zapatos, ahora hace 2.500 pares”.
Para Gélvez, otras dificultades para los microempresarios es el papeleo de las entidades financieras para que les otorguen créditos. “Algunos emprendedores o pequeños negocios no acceden porque no cumplen con los requisitos como referencias comerciales de mínimo un año”.
Ante esta realidad, la presidente ejecutiva de Asomicrofinanzas concluye que una de las trampas de la pobreza entre los empresarios es no acceder al sistema financiero y condenarlos a la informalidad, “por eso nuestra apuesta es más microfinancieras, menos ‘gota gota’”.
Germán Oviedo, presidente del Distrito del Calzado del barrio San Francisco, afirma que la situación que vive el gremio del calzado en Bucaramanga es preocupante y difícil para financiar sus producciones porque los bancos subieron las tasas de interés y cada día exigen más garantías para dar préstamos.
“Por pequeño que sea nos toca presentar una cuenta de pérdidas y ganancias (PyG) firmado por un contador, eso sí, sin mencionar la cantidad de papeles que se deben llevar. Al sector del calzado, los bancos no nos ven como buenos clientes porque dicen que es una actividad cambiante, que depende de cómo nos va cada semestre con las temporadas”, relata Oviedo.
Resalta que el Instituto Municipal de Empleo y Fomento Empresarial de Bucaramanga (Imebu) acompaña al Distrito del Calzado con capacitaciones de educación financiera, y luego los apoya para conseguir microcréditos con cooperativas y microfinancieras, con el respaldo del Fondo Nacional de Garantías.
“Estos préstamos normalmente es para poder producir y aguantar los incrementos de materia prima que va del 70 % al 80 % en el último año, como pegante, suelas, material sintético, entre otros... Entonces hay que sacrificar la utilidad para no salir del mercado u obtener menos ganancias para sostener la producción. Si no logramos financiarnos no podremos generar más empleo y más riqueza en la ciudad”.
Etiquetas

Periodista económico en Vanguardia. Magíster en Estudios Políticos, de la Universidad de Caldas. Comunicador Social – Periodista, egresado de la Universidad Pontificia Bolivariana. De La Guajira.
malguero@vanguardia.com