Bucaramanga
El matrimonio sí cambia la vida

¿Serán los anillos? ¿La boda? ¿El papel que señala ante las leyes colombianas que son ahora una pareja comprometida, precisamente, con todas las de la ley?
No queda muy claro. Los expertos afirman que se trata de una cantidad de elementos que se conjugan al momento del matrimonio y los meses siguientes -lo que llaman los más tradicionales ‘la luna de miel’- pero el matrimonio sí ofrece un cambio dentro de una relación.
Que este cambio se de para bien o para mal, depende de qué camino quiera recorrer con su relación.
La psicóloga Carolina Dulcey explica por qué se siente diferente: “el primer cambio que se da no solo es legal, también interior. Es un proceso psicológico de afirmación del compromiso. Aunque una pareja lleve muchos años, el matrimonio obliga a pensarse en pareja desde lo legal y formal, y el cerebro hace unas conexiones que cambian la psicología”.
Eso sí, no siempre es para bien.
“El proceso del matrimonio es interesante para las parejas porque si la relación tiene graves puntos de quiebre, con la firma de este compromiso formal saldrán a relucir. Si la pareja va bien, pero quieren afirmarse en la relación, el matrimonio es un comienzo perfecto para afirmar un futuro juntos”.
Algo pasará: una mala relación sumará un elemento más para que termine, mientras que un amor sólido abrirá sus alas y crecerá.
No hay garantías, sin embargo, pero sí revelaciones.
“Hay personas que no soportan el compromiso legal. Entonces una vez casados la relación comienza a fracturarse. Para otros, es el mejor proceso de solidificación de su amor”, concluye Dulcey.
En cualquier caso, si está pensando en casarse, prepárese: sí, habrá cambios.
¿Cómo cambia la vida?
1 Aunque a los dos años de convivencia se establecen en la ley beneficios legales para las parejas que conviven, el matrimonio otorga la posibilidad de recibir la pensión automáticamente, sin tener que demostrar con otros papeles la legalidad del vínculo. “También se facilitan los temas de bienes y de seguridad social. En general, legalmente las parejas que se casan formalizan su vínculo en el país y esto tiene unas implicaciones importantes”, señala el abogado Juan Duarte.
2 La responsabilidad con el conyugue es mayor: la psicóloga silvia Fernández señala que la sensación de responsabilidad luego del matrimonio aumenta y no solo en materia legal.“Estar presente para una novia o novio no es igual que estar presente para un esposo o esposa. La responsabilidad se siente más grande y esto asusta a muchas personas. Me gusta el matrimonio para una relación de dos años porque es un buen filtro para saber si esto va a funcionar o no”, explica la coach Alejandra Arévalo.
3 Le ayuda a perder el miedo: hablar sobre su compromiso matrimonial es un paso que no a todos les va “como anillo al dedo. Y es por esto que el matrimonio lo hace sentir más seguro sobre el estatus de su relación, lo hace tener que decirlo, mostrarlo y en la cotidianidad también lo hará más firme en sus decisiones”, explica el coach Fernando García.
4 Lo hace pensar un poco más antes de actuar: con el matrimonio, la volatilidad del noviazgo no va más. “Si después del matrimonio la relación sigue siendo volátil, entonces no se cometió un error, al contrario, se ahorró tiempo que podría haber perdido con una relación que no tenía sentido. Las relaciones que están para durar y crecer se hacen más firmes. Y ese constante pelear y decir cualquier cosa ya no funciona más porque un divorcio no solo duele, es costoso”, indica la coach Alejandra Arévalo.
5 Lo ayuda a madurar: “cuando uno se casa -sobre todo en el caso de los hombres- tiene que poner los pies en la tierra sí o sí, porque de lo contrario el matrimonio no funcionará. Es necesario ponerse bien los pantalones ante la vida y los retos y en esto, el compromiso formal y legal ayuda mucho”, comenta el coach Fernando García.
¿Cómo saber si está listo para casarse?
El coach Roberto López explica cómo pueden identificar las parejas si es un buen momento para dar el gran paso:
1 Hay equilibrio económico: es preferible casarse cuando los dos tienen sus finanzas claras. No significa que ambos deban ganar lo mismo, pero sí debe haber claridad en cuánto aporta cada uno para el hogar.
2 Una buena relación entre las familias políticas: si la relación entre suegros y cuñados es un caos, entonces hay que arreglarla primero porque estos problemas podrían convertir el matrimonio en un infierno y alguno de los dos estará resentido.
3 Tienen sueños y metas juntos: compartir el querer tener hijos o una casa, o viajar por el mundo, o estudiar juntos, por ejemplo, son proyectos y metas que si se comparten dan una buena base para el matrimonio.
4 Son compatibles en sus gustos: aquella frase de que los opuestos se atraen es perfecta para una relación pasional, pero no tanto para un matrimonio. Compartir actividades juntos que a ambos les gusten hacen que la relación se fortalezca.
5 Son compatibles en lo que no son compatibles: resulta gracioso, pero así es. Cuando ambos tienen algunos gustos diferentes es posible incluso que encuentren una forma de complementar estas diferencias y es allí cuando sabemos que estamos listos para asumir un compromiso mayor con esta persona. Por ejemplo, a uno no le gusta bailar tanto como al otro, pero a cambio le fascina escuchar música. Pueden salir de rumba con los amigos y la persona que no baila no estará apurando, también tendrá su momento de diversión. Esto es clave. Aquí decimos: puede funcionar.
6 Saben estar solos, juntos: otra clave es que puedan compartir espacios sin que el uno esté encima del otro. Cada uno puede estar haciendo sus cosas y no resulta incómodo. Esto es fundamental para una buena convivencia y ésta, por supuesto, es clave para un buen matrimonio.
7 Tienen perspectivas similares de la vida: no se trata de que piensen igual acerca de tener hijos o no, pero sí ambos tienen una perspectiva flexible o, incluso, si ambos tienen una perspectiva más rígida, este es un punto a favor para pensar en un matrimonio. Van al mismo sitio, entonces puede funcionar.